Los desafíos de un actor

No teme estar descalzo en un teatro o aceptar la dirección de Clint Eastwood. Bradley Cooper acumula aplausos por sus acertados roles.

Quien fuera nombrado en el 2011 como el hombre más sexi con vida, por la revista People, deja todo su encanto para subir al escenario del teatro Booth, de Nueva York, y transformarse en Joseph Merrick, el protagonista de El Hombre Elefante.

Durante ocho funciones semanales, Bradley intenta abandonar su natural atractivo para convertirse en un personaje con impactantes deformidades físicas.

Descalzo, sin maquillaje adicional o uso de prótesis, el actor nominado al Óscar por Silver Linings Playbook (2014) debutó el 7 de diciembre del 2014 para una breve temporada que se extenderá hasta el 21 de febrero. La última función de la obra coincide con el fin de semana en que se realizará la entrega de los premios de la Academia. Esta noche también genera gran expectativa en Cooper, quien alcanzó una nominación a mejor actor por protagonizar el filme American Sniper.

Aunque es conocido como un rostro de pantalla, el teatro no le es ajeno. En una entrevista con el programa Today, el actor reveló que la versión cinematográfica (1980) de David Lynch lo inspiró a inclinarse por la actuación y que cuando conoció que se trataba de una obra de teatro, decidió presentarla como su tesis.

Este nuevo montaje es dirigido por Scott Ellis, ganador del premio Lawrence Olivier en 1995 por el musical She Loves Me. Cooper está acompañado por Patricia Clarkson y Alessandro Nivola.

La obra se ubica en la era victoriana de Londres. En este escenario, el Dr. Frederick Treves (Nivola) descubre a John Merrick (Cooper), llamado El Hombre Elefante, en un show de fenómenos. El médico decide rescatar a Merrick y llevarlo al hospital donde trabaja para examinarle las extremas deformidades del cuerpo. Y es aquí donde la pieza presenta una novedad: las deformidades del personaje son explicadas al público a través de una proyección de imágenes, pues el actor no utiliza ningún elemento adicional en el cuerpo. “Creo que ese es el concepto de la obra. Que un hombre hermoso lo interpreta”, comentó Clarkson. De esta manera se le permite a la audiencia imaginar cómo lucirían estos rasgos en el cuerpo del actor.

A continuación, Merrick conoce a la señorita Kendal (Clarkson), quien al inicio se queda paralizada por su apariencia, pero luego se conmueve por su inteligencia. Es quien le muestra compasión y le promete traer a sus amigos para que lo visiten y disfrute de su compañía. “Se puede observar el viaje de este hombre que es muy increíble y desgarrador al mismo tiempo”, dice la actriz. “Se habla mucho sobre su condición humana. Este es un hombre tan desfigurado que casi se ve como un animal y, además, ha sido tratado como uno toda su vida. Pero pese a eso es más civilizado que cualquiera de nosotros”.

De nuevo al Óscar

Una de las primeras apariciones de Cooper en televisión fue en uno de los episodios de La ley y el orden. De ser solo un personaje menor de televisión ahora es un actor nominado, por segundo año consecutivo, a un Premio Óscar como mejor actor.

Este año abandonó por completo el romanticismo de Silver Linings Playbook (que sí le valió el Óscar a su coestrella, Jennifer Lawrence) para meterse en la piel del francotirador estadounidense Chris Kyle, a quien los iraquíes apodaron el Demonio de Ramadi. Oficialmente se le adjudican 150 muertes, lo cual supera a Adelbert Waldron, a quien se le atribuyen 109 en la Guerra de Vietnam.

El filme, dirigido por Clint Eastwood, se basa en la autobiografía publicada por Kyle en el 2012 y que se convirtió en un best-seller.

Kyle fue asesinado en el 2013 de un disparo de larga distancia mientras practicaba tiro al blanco con un amigo.

Para este rol, Cooper debió someterse a un régimen estricto de dieta y ejercicio para aumentar su masa muscular. Taya Kyle, esposa del fallecido, comentó acerca del filme: “De verdad no sé cómo lo hizo tan bien”, dice. “Muchos amigos de Chris dijeron que es casi espeluznante verlo. Estoy eternamente agradecida. Capturó sus gestos y el modo en que se movía y respiraba”. (D.L.) (E)