De A. Lincoln: Con toque británico

11 de Noviembre de 2012

Steven Spielberg regresa con Lincoln, filme protagonizado por el actor Daniel Day-Lewis, quien da vida a uno de los presidentes más importantes de EE.UU.

Daniel Day-Lewis encarna a un muy recordado presidente de EE.UU. en Lincoln, el nuevo filme de Steven Spielberg, basado en el libro Team of Rivals, The Political Genius of Abraham Lincoln, de Doris Kerns Goodwin.

El parecido es asombroso. Su look es como extraído de las monedas de un centavo de dólar.

 

Esa crónica detalla las alianzas improbables que el mandatario formó con opositores políticos que inicialmente lo consideraron un absoluto arribista. Pero el filme se centra en los últimos cuatro meses de la vida del presidente (básicamente en los últimos dos capítulos del libro), analizando sus estrategias políticas al final de la Guerra Civil en EE.UU., cuando, por ejemplo, se aseguró de que la esclavitud fuera abolida.

Spielberg condensó la esencia de Abraham Lincoln en el filme de dos horas y media, para lo cual el director requirió casi tres veces el tiempo de lo que le tomó al decimosexto presidente estadounidense ganar la Guerra Civil y encaminar al país hacia la recuperación. El actor protagonista de la película destacó: “Debido a la naturaleza de la iconografía en torno a su vida y la extensión con la que es mitificado, es muy difícil imaginar que uno pueda siquiera acercársele lo suficiente”.

“Era una miniserie, no una película. Páginas brillantes, pero ciertamente no para cine. Pero de todas esas páginas, lo más resaltante y realmente impresionante para mí era casi el nexo de su existencia entera como el presidente, que fue abolir la esclavitud con una enmienda constitucional, la 13ª Enmienda”, resaltó Spielberg.

Le tomó un año entero a Day-Lewis para familiarizarse con el personaje. Decidió caracterizarlo inmediatamente cuando Spielberg se lo solicitó. Llaman la atención el maquillaje y vestuario de la cinta, y claro, la actuación del propio Day-Lewis que ha conseguido captar la misteriosa mirada del presidente americano y también el interés de quienes quieren que su nombre aparezca en las próximas nominaciones al Óscar. Luego de su presentación en el Festival de Cine de Nueva York, entusiastas mensajearon –vía Twitter– a Day-Lewis quienes lo elegían como ganador de los premios de la Academia.

Nacido en Gran Bretaña, Daniel Day-Lewis tuvo que pensar en Lincoln no solo como una destacada figura histórica, sino también como un estadista extranjero cuya interpretación sería un asunto sensible para el público estadounidense que venera al presidente. “Tuve muchas reservas ante la idea de asumir este papel. He tenido el gran privilegio de poder trabajar en este país (EE.UU.) a lo largo de los años. La idea de profanar la memoria del presidente más querido que esta nación haya conocido me aterraba”, confesó el actor ganador de dos premios Óscar por Mi pie izquierdo y Petróleo sangriento.

Spielberg consideró por años hacer una película sobre Lincoln. No quería contar toda la historia de su vida, desde sus días de juventud hasta su asesinato justo después de que terminó la guerra. Tampoco quería hacer una cinta sobre la Guerra Civil llena de grandes batallas ni narrar la historia de una guerra a través de los ojos de un hombre. Ya había hecho cosas similares en sus filmes sobre la Segunda Guerra Mundial (La lista de Schindler, Salvando al soldado Ryan).

El estudio de Goodwin sobre Lincoln fue crítico para Day-Lewis a la hora de capturar la esencia de un líder que usó su don del habla para desarmar y atraer a críticos. “La premisa central de ese libro es terriblemente importante en cuanto a la idea que te da sobre el temperamento de ese hombre, que podía hacer a un lado lo que para nosotros sería un sentido de orgullo herido o dignidad lastimada de algún modo”, dijo Day-Lewis. “Él sabía que era visto con desdén por la mayoría de esa gente a la que designó, y sin embargo pudo ver más allá y no con la idea de mantener cerca a sus enemigos. Tenía más que ver con su generoso entendimiento de que el valor de esos individuos era vital en ese momento”, destaca el actor.

No solo la increíble transformación del actor promete un taquillazo, sino también su reparto. Lincoln, que en principio iba a estar protagonizada por Liam Neeson, llegará a los cines con Sally Field encarnando a la mujer de Lincoln; Joseph Gordon-Levitt como el hijo mayor del presidente; y Tommy Lee Jones será el líder republicano Thaddeus Stevens.

El político veterano Seward era el favorito en la contienda republicana en 1860, pero la nominación fue sorpresivamente para Lincoln, un abogado de un pueblo remoto que solo había servido un término en la cámara baja y que perdió dos campañas para el Senado federal. Lincoln tuvo mucho opositores, incluido Seward, a quien eligió como secretario de Estado, “similar a Barack Obama con Hillary Clinton ahora como su secretaria de Estado”, dijo Spielberg.

“No se me ocurrió que era posible dar vida a Lincoln. Me sentí muy tímido alrededor de él”, dice Day-Lewis, despojado de la barba, con el pelo cortado y luciendo una figura delgada y juvenil a sus 55 años, que fácilmente podría ser de diez años menos. (A.C.J.)

Fuentes: Agencias

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