Empresas reducen su huella de carbono

27 de Marzo de 2016
Moisés Pinchevsky

El consumo de energía genera emisiones de CO2 (dióxido de carbono) que aumentan el calentamiento global. Empresas demuestran que es posible reducir ese impacto.

Los consumidores suelen escoger sus productos debido a dos variables: calidad y precio. Pero poco a poco aparece un tercer factor que influye en la decisión de compra: el impacto ambiental generado al producir ese artículo.

Así lo cree Gustavo Manrique, presidente de Sambito (Soluciones Ambientales Totales), empresa que brinda apoyo técnico para la certificación de carbono neutro entre entidades públicas y privadas. “Esta certificación puede aplicarse a empresas que produzcan desde vehículos hasta fundas de maní”, señala.

La responsabilidad ambiental como mérito empresarial crece en el país, aunque se encuentra más avanzada en naciones como Estados Unidos, en donde el 40% de los consumidores ya la consideran para preferir un producto en lugar de otro, dice Manrique.

Mediciones del impacto

La huella de carbono es la cantidad de dióxido de carbono generada por el consumo de energía. Según National Geographic, una familia promedio de Estados Unidos genera unos 70 kilos diarios de CO2 con actividades como iluminar con focos, encender el acondicionador de aire y manejar automóviles.

Sambito lleva 5 años apoyando a las empresas para que consigan la certificación de carbono neutro. Ya suman 25 las que han obtenido ese logro. Jacinto Monserrate, gerente de Ecoproyectos de esa entidad, señala que el primer paso es “tener la voluntad, ya que no existe obligación legal para obtenerla”. Luego, la empresa debe medir la huella de carbono tomando como inicio un año base, para identificar las actividades dentro del sistema de producción que generan impactos negativos sobre el ambiente. El siguiente paso es ejecutar acciones para reducir la generación de CO2 y, finalmente, compensar el impacto producido con la compra de bonos de carbono o al auspiciar la protección de un bosque en el país, alcanzando con ello la carbono neutralidad.

Monserrate identifica tres aspectos recurrentes en las empresas con las cuales han trabajado para obtener esta certificación. La primera es la fuga de gas refrigerante en los acondicionadores de aire, que es más contaminante que el combustible que utilizamos en nuestros vehículos. “Se debe a la falta de mantenimiento en esos equipos”, dice.

Lo más conveniente es cambiar a sistemas de refrigeración más eficientes y con bajo consumo de energía o realizar la reparación para evitar fugas.

Otro problema que se repite es el excesivo consumo de energía eléctrica a través de focos innecesarios. “Hay edificios que durante la implementación del programa eliminaron entre 200 y 300 fluorescentes innecesarias en sus procesos productivos, reduciendo las emisiones de CO2 y generando un ahorro económico importante para la operación”.

El tercer escenario es el uso ineficiente de vehículos. “Hay compañías que usan un carro para transportar a una sola persona, cuando podría llevar a tres”. Para mejorar ese punto resulta necesario elaborar una planificación y rutas para las movilizaciones, dice Monserrate sobre los procesos para alcanzar tal certificación, que sigue los parámetros de la ley ISO 14064, norma internacional para medir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Patrocinar un bosque

Hace un mes, la exportadora de banano Tropical Fruit recibió la certificación de carbono neutro, tras un proceso de poco menos de un año realizando las gestiones para ello.

“Nuestro primer interés fue conocer el impacto de nuestro negocio en el ambiente, medir la huella de carbono”, indica Oswaldo Menéndez, gerente general de esa empresa que, para obtener ese sello ambiental, certificó su cadena logística. Esta involucra a tres empresas transportadoras que los proveen de camiones para trasladar el banano de la empacadora al puerto marítimo.

Para ello, Tropical Fruit solicitó renovación de parte de la flota de esas compañías, con lo cual reducen el consumo de combustibles y aceites. Otras iniciativas incluyeron reducción de consumo de papel, reciclaje y eficiencia en el uso de energía eléctrica, entre otras acciones.

Para compensar el CO2 generado, la empresa escogió auspiciar 1.001 hectáreas del bosque protector Tinajillas-Río Gualaceño, en el cantón Limón-Indanza, provincia de Morona Santiago. “Pagamos una cifra anual para que nadie toque ese bosque”, indica Menéndez, ya que los árboles tienen la capacidad de eliminar el dióxido de carbono. “Patrocinar un bosque significa ponerle cara a nuestros esfuerzos”, señala el empresario, quien considera que al haber realizado tales iniciativas, “no podemos parar. Anualmente debemos seguir reduciendo nuestras emisiones”.

Cuatro pilares

Banco Guayaquil apadrina 700 hectáreas del bosque protector El Chamizo-Minas, en el cantón Montúfar, provincia de Carchi. Además realiza programas de compensación de C02 a través de la siembra de árboles.

Julio Mackliff Elizalde, vice-presidente ejecutivo y gerente general de dicha  entidad,  señala que el programa ambiental “Yo Cuido” se inició en 2014, promoviendo entre sus colaboradores hábitos de conservación y respeto hacia el medio ambiente.

Tal iniciativa ha logrado reducir el 5% de las emisiones de CO2 de las actividades generadas por el banco. Este proceso arrancó con el levantamiento de un inventario de emisiones, que culminó con la obtención de la certificación de carbono neutro.

Mackliff indicó que para dar estos pasos, “primero se necesita el convencimiento de la más alta dirección e incluir los temas ambientales en el core del negocio (…). Neutralizar la huella de carbono es parte del compromiso de Banco Guayaquil para contribuir con la vida de las ciudades”.

La certificación abarca los cinco edificios principales: tres en Guayaquil, uno en Quito y otro en Cuenca. Para tales efectos, se analizaron cuatro aspectos. Primero: la eficiencia energética, en donde revisaron sus equipos de aire acondicionado, los cuales ahora cuentan con la tecnología Inverter para reducir el consumo. Segundo: reducción del consumo de combustibles y aceites, a través de la optimización de rutas de los vehículos y motos de propiedad del banco.

Tercero: clasificación de desechos orgánicos e inorgánicos. También se incluyen los tóner y desechos electrónicos, como los generados por los cajeros automáticos. Para gestionar este tipo de desechos, el reciclaje se trabaja con gestores ambientales.

Cuarto: movilización de los colaboradores vía aérea. Se analiza que sea la estrictamente necesaria y en su lugar se realizan reuniones a través de videoconferencias, skype y webinar.

Reducir el plástico

La Corporación GPF maneja las marcas Fybeca, SanaSana, OkiDoki, Abefarm y Provefarma.

Enrique Arias, subgerente de Seguridad, Salud Ocupacional y Ambiente, indica que mantienen un programa para la gestión de residuos sólidos. Este arranca en el Centro de Distribución (CD) mediante el uso de gavetas plásticas reusables que minimizan el uso de cartón como material de embalaje; “tanto en el CD como en los Puntos de Venta (PDVs) se han implementado procedimientos para el reúso y reciclaje de cartón y papel. Se mantiene también un programa para la clasificación y disposición segura de productos peligrosos, como medicinas caducadas. Por otra parte, se ha potencializado el uso de recursos tecnológicos a fin de minimizar la impresión de registros físicos”.

También mantienen una planta de tratamiento de aguas residuales en el edificio matriz (Quito). “Estamos evaluando alternativas, como uso de luminarias LED para disminuir el consumo de energía en nuestros PDVs”, agrega.

Corporación GPF no dispone de una certificación de carbono neutro, pero ha implementado una metodología para medir la huella de carbono, la cual fue certificada.

El inventario inicial tomó el 2013 como año base, y en los años 2014 y 2015 continuaron trabajando en su medición. Esos esfuerzos les permitieron alcanzar en 2014 el certificado “Punto Verde” emitido por el Ministerio del Ambiente para el edificio corporativo, y en 2015 en el PDV Fybeca El Batán (Quito) por las buenas prácticas ambientales.

Compromiso corporativo

La compañía de seguros Ecuatoriano-Suiza tiene la certificación de carbono neutro desde 2014, cuando comenzó a apadrinar una finca de 21 hectáreas en el recinto Changuil del cantón San Miguel, provincia de Bolívar, para neutralizar las emisiones de su empresa.

“Realizamos charlas de concienciación a nuestros colaboradores, campañas de reducción de energía, combustible, papel y desechos en general”, indica Alejandro Arosemena, gerente general. “Dos veces al año realizamos siembra de árboles con nuestro personal e incluso invitamos a nuestros clientes a unirse para que formen parte de nuestro proyecto Carbono Neutro”.

Arosemena siente el apoyo total de su personal para con esta iniciativa. “Generamos una cultura y fortalecimiento al interno de la organización en conciencia verde, y eficiencia en el manejo de recursos que se tradujo en reducción de gastos administrativos”, señala.

Cono resultado, Ecuatoriano-Suiza redujo en el 10% el consumo de energía eléctrica en los primeros meses de campaña, lo cual fue muy importante para la empresa, ya que notaron desde un inicio que sus esfuerzos daban resultados. “Redujimos también el consumo de combustible, papel y plásticos, por lo que ahora podemos decir que somos una empresa 100% comprometida con el medio ambiente”.

Estas organizaciones coinciden en que lo principal es fortalecer la conciencia corporativa de que su negocio va mucho más allá de generar ganancias. Ellos se han comprometido a colaborar con la vida en el
planeta. (I)

 

Pili Piana, conductora y directora de Eco Huellas
TELEVISIÓN ECOLÓGICA

La quinta temporada de Eco Huellas se estrenará por EcuadorTV en abril, en fecha aún por confirmarse, pero se exhibirá los domingos a las 20:00 y en las redes sociales, durante 6 meses. “En esta temporada recorro el país en bicicleta y voy tras las historias y ‘eco huellas’ de quienes han innovado, modificado sus procesos productivos o emprendido un proyecto que conserva la naturaleza e influye en su comunidad”, dice Pili Piana, conductora y directora. El programa mantiene los segmentos Huerta orgánica, BasurArte, Fauna, “y hay uno nuevo, muy divertido, que se llama Ciencia desconocida”, agrega Pili.

Ella también anuncia que desde mayo se emitirá por EcuadorTV Generación Eco, un programa para niños del tipo reality-concurso, para motivarlos a cuidar la naturaleza. “Los pequeños pasarán pruebas para salvar animales silvestres de una persona que intenta domesticarlos”.

De lunes a jueves; horario por anunciar. Facebook: Eco Huellas; Instagram: @ecohuellastv.

 

 

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