Radiación y celulares

17 de Enero de 2016
DPA

Los teléfonos móviles ya se expandieron por todas partes, también su radiación. La tasa de absorción específica (SAR, siglas en inglés) es el dato con el que se mide la radiación emitida por un aparato electrónico y que permite saber cuánto afecta a la salud.

Por ejemplo, para que un teléfono apruebe la certificación de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones, por sus siglas en inglés) y pueda ser vendido en Estados Unidos debe tener una tasa de absorción específica menor a 1,6 watts por kilogramo. Algunos investigadores indican que la energía de radiofrecuencia emitida por ciertas marcas de celulares puede incrementar el riesgo de padecer cáncer, pero también hay quienes están en desacuerdo. La investigación en torno al tema continúa en pie. Es posible que los niveles de SAR varíen entre cada banda de transmisión (el mismo celular puede usar varias bandas durante una misma llamada), y distintos individuos de prueba también pueden obtener otros resultados.

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (www.iarc.fr) tiene catalogada la radiación de los teléfonos móviles en el grupo 2B, el tercero de los cinco grupos en los que sitúa los objetos de sus investigaciones. Esto etiqueta a las radiaciones como “posiblemente cancerígeno para los humanos”, no como “probablemente cancerígeno para los humanos” –que sería el grupo 2A–, ni como “cancerígeno para los humanos” –el grupo 1–. A pesar de lo alarmante que pueda sonar, en esta misma categoría constan otras sustancias como el café o circunstancias como la carpintería o los trabajos de una imprenta.

Aunque no hay estudios suficientes que demuestren de forma concluyente los efectos cancerígenos de las radiaciones producidas por el móvil, sí que hay estudios que parecen confirmar que las radiaciones del móvil tienen un cierto efecto sobre ciertas partes del cuerpo.

Algunos consejos para reducir la carga personal de radiación sin tener que prescindir del uso del celular o del acceso a internet móvil:

Seleccione un modelo de baja radiación. No todos los teléfonos móviles tienen el mismo nivel de radiación. Organismos e iniciativas de protección contra las radiaciones tienen bases de datos que informan sobre los niveles de SAR en los dispositivos móviles.

Utilice el teléfono solo con buena recepción. Cuanto mejor sea la recepción, mejor será la potencia de transmisión y el dispositivo emitirá una menor radiación. Si está disponible, use conexión wifi.

Desactivar. En lo posible, desactive los datos móviles para restringir el tráfico de correo, internet u otras notificaciones. Este proceso no solo reduce la irradiación sino que también ahorra energía.

Mantenga distancia. Cuanto mayor distancia haya entre el smartphone y su cuerpo recibirá menos radiación. Hablar con el manos libres o con auriculares minimiza la carga personal.

Aleje el celular del cuerpo. En lo posible no lo lleve en el bolsillo, pero si no puede evitarlo, respete la distancia mínima especificada por el fabricante. (I)

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