¡Salieron lagartos!

14 de Enero de 2018
  • La ruta atraviesa este puente de madera hasta el sitio arqueológico.
  • La piedra del sacrificio se exhibe actualmente en el Museo Municipal de Guayaquil. Foto: Víctor Álvarez
  • Una torre mirador permite contemplar el paisaje puneño.
  • Wilmer Torres muestra el sitio donde salió la piedra de los lagartos.
Texto y fotos: Moisés Pinchevsky

Llegamos hasta Campo Alegre, comuna de la isla Puná donde en 1904 fue encontrada la llamada piedra del sacrificio o piedra de los lagartos.

Mi buen amigo Francisco Parrales, dirigente gremial del turismo y del transporte náutico en la isla Puná, me había comentado lo interesante que sería visitar el sitio donde hace más de un siglo fue hallada una pieza de nuestra historia, que hoy reposa en el Museo Municipal de Guayaquil.

La piedra del sacrificio es una roca de casi cuatro toneladas y unos 2,5 metros de diámetro que, según se cree, fue labrada por los punáes, grupo humano de la cultura Manteño-Huancavilca (500 d. C. al 1.530 d. C.), que al parecer realizaba sacrificios sobre aquella piedra que muestra dos reptiles tallados; por ello también es llamada piedra de los lagartos.

Ruta hacia la isla

Llegar a este sector no es complicado. La carretera nos deposita en el poblado de Posorja, a unos 20 minutos después de Playas, para allí tomar un bote a motor que nos traslada hasta la playa de la comuna de Bellavista, en la cara oeste de Puná.

Ese cruce náutico puede realizarse en unos 25 minutos, pero los turistas a menudo lo alargan en paseos que incluyen avistamiento de juguetones delfines nariz de botella y cientos de aves acuáticas que habitan en los islotes cercanos.

La playa de Bellavista suele ser punto de desembarco de buena parte de los habitantes de Puná. Allí llegamos. Los puneños desembarcan sus productos para subirlos a alguna camioneta que, como servicio de transporte público, los llevará a sus casas. Me subo en el balde. Me acompañan racimos de verde, paquetes de bebidas gaseosas, canastas con verduras y sacos de arroz para cubrir los 30 minutos de recorrido hasta la comuna de Campo Alegre, atravesando un camino lastrado gobernado por inmensos ceibos centenarios.

En Campo Alegre me recibe Wilmer Torres, expresidente de la comuna. Su entusiasmo es contagioso: “Este fantástico paseo es como viajar al pasado, a los tiempos de los antiguos punáes”. El propio Ministerio de Turismo apostó por este paseo, ya que hace seis años construyó un centro de interpretación dentro del poblado, para que allí los turistas reciban la primera explicación y comenzar la ruta.

También adecuaron el sendero y construyeron una torre de avistamiento y estaciones para el descanso para los viajeros. Todo era parte del proyecto “Turismo en el Golfo de Guayaquil”, para que la comuna se empodere de esas instalaciones y logre mantenerlas. Sin embargo, hoy todo aquello luce algo abandonado. Torres acepta que hay descuido de la comuna, pero también que necesitan promoción para que vengan los turistas.

Sitio arqueológico

A pesar de la situación, suelen llegar universitarios, investigadores y grupos de familia o amigos. El paseo invita a atravesar el bosque seco entre ceibos inmensos, subirse a la terraza del mirador y contemplar el paisaje hasta llegar al sitio donde se extrajo la piedra de los lagartos.

Torres me muestra el sitio exacto, que luce como una pequeña excavación. Un letrero dice que el historiador Francisco Campos lo calificó como un antiguo centro ceremonial donde los adivinos escarbaban en las entrañas de las víctimas para “leer” el futuro, tal como lo hacían culturas del oriente europeo.

La exploración del sitio no requiere mucho tiempo, pero los minutos pueden extenderse para intentar comprender su importancia para nuestros punáes. Y también para analizar las razones de por qué un lugar tan interesante luce casi abandonado.

Desde el Ministerio

Ricardo Armijos Cedeño, coordinador zonal 5 y 8 del Ministerio de Turismo (Mintur), indica que el contrato de las obras de Puná (centro de interpretación y sendero interpretativo de Campo Alegre y mirador de Subida Alta) asciende a $ 616.666,78, incluyendo un contrato complementario. Las obras fueron entregadas al Ministerio de Turismo de manera provisional el 30 de mayo de 2012 y, ese mismo día, tal Cartera de Estado las cedió a las comunas involucradas. Actualmente, se cuenta con un Convenio vigente de Uso y Administración suscrito el 27 de noviembre de 2015, entre el Ministerio y la comuna de Campo Alegre.

Las obras iban a complementarse con el desarrollo de destrezas turísticas en la comuna, pero los talleres no tuvieron acogida. Tampoco se realizó la promoción, “porque las facilidades no llegaron a ser operadas ni se brindaron servicios turísticos”. Armijos indica que se necesita un gran interés de la comuna para reactivar esas instalaciones y brindar el servicio turístico, para lo cual tendrían el apoyo del Mintur.

Contactos: Wilmer Torres 099-107-5415, Francisco Parrales 099-710-3462.

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