En la Cima de la Libertad

10 de Mayo de 2015

Este complejo deslumbra en Quito por su ubicación elevada, por su diseño moderno, por sus salas cargadas de historia. Es un tributo a la Batalla del Pichincha.

Basta levantar la mirada para contemplarlo. Resulta curioso que desde casi cualquier punto del Centro Histórico de Quito es posible observar, allá en lo alto, elevada a 3.100 metros en la ladera del volcán Pichincha, la grisácea figura del museo Templo de la Patria, también denominado Cima de la Libertad.

Este santuario cívico se levanta en el barrio San Roque, en el lugar donde, el 24 de mayo de 1822, los combatientes quiteños y los hermanos de la naciente América libertaria, comandados por el mariscal Antonio José de Sucre, lucharon contra la dominación extranjera. ¡Y vencieron!, siendo el afianzamiento de un proceso independentista que en 1830 provocó el nacimiento de la República del Ecuador.

El edificio consta de tres pisos: en el primero vemos la Plazoleta Cívica 24 de Mayo; la segunda guarda los tesoros del museo y en la tercera se extiende la terraza, cerca de una réplica en azulejo del mural de Eduardo Kingman denominado Canto a la Rebeldía. La obra original se encuentra en el Ministerio de Defensa Nacional.

De paseo por sus 5 salas

El museo de la segunda planta se compone de cinco salas. Los murales del primer salón, en el vestíbulo, brindan un recorrido cronológico que narra aspectos históricos trascendentales, como la valentía del pueblo indígena, la conformación del Reino de Quito, la colonia española y recordatorios del Primer Grito de Independencia, ocurrido en este territorio el 10 de agosto de 1809.

La denominada Sala de la Llama guarda la urna funeraria que contiene los restos del soldado desconocido. Es un área visualmente impactante. Esa urna reposa sobre un pedestal de piedra que contiene, esculpido, el coro principal del Himno Nacional del Ecuador. Detrás lo acompaña un rostro de Cristo como recordatorio de la espiritualidad de estos héroes.

El tercer salón se denomina Sala de Armas, que presenta una colección de armas utilizadas en las batallas libertarias, como sables, dagas, puntas de lanza y fusiles de las tropas colombianas y españolas, además de documentos y prendas personales del Mariscal de Ayacucho y una urna con los restos simbólicos de Manuela Sáenz, traídos desde Paita (Perú). Allí también vemos maniquíes con uniformes de los diferentes países que integraron el ejército libertador y bustos de piedra de los comandantes de las unidades que participaron en la batalla. 

La Sala Histórica presenta una maqueta que explica el desarrollo de la Batalla de Pichincha, mientras un audio explica los movimientos de las tropas en esa elevada zona andina junto a la actual Quito.

La quinta sala, llamada Sala de los Libertadores, está dedicada a dos personajes que lideraron la consecución de la libertad de América, Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, quienes tienen presencia como estatuas de bronce.

Tales espacios nos invitan luego a ascender hasta la tercera planta del edificio, donde la vista del Centro Histórico de Quito complementa el orgullo de visitar este centro expositivo. (I)

Fuentes: www.quitoadventure.com, www.defensa.gob.ec, Archivo.
Contacto: (02) 228-8733. La atención es diaria y el ingreso no tiene costo. 

 

En dos semanas

Para conmemorar la histórica Batalla del Pichincha se organizará este domingo 24 de mayo una caminata cívica que partirá a las 08:00 en la parroquia rural Chillogallo con rumbo al Templo de la Patria, por lo cual se estima que el recorrido durará unas cuatro horas.

Al llegar, los visitantes recibirán charlas sobre esta gesta histórica y se brindarán paseos especiales por las diferentes salas.

En 1920 se levantó un obelisco en este lugar para recordar esa batalla libertaria, pero no fue hasta 1975 en que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército tomó el diseño del arquitecto Milton Barragán y construyó el museo.

 

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