Con alegría navideña

25 de Diciembre de 2016
  • Santa Claus Village, en Finlandia, se promociona como el hogar de este personaje navideño.
  • El casco histórico de Estrasburgo se agita en diciembre con el Christkindelsmärik, el mercado navideño más antiguo de Francia.
  • Los mummers en Letonia se disfrazan con máscaras para visitar a los parientes y amigos.
  • Mercado navideño de Núremberg (Alemania), con la iglesia central como su gran ícono.

El mundo católico celebra hoy la Navidad. Pero no todos los sitios lo festejan de manera similar. ¿Qué destinos brillan especialmente?

Río de Janeiro (Brasil) lo disfruta con samba en las calles y playas. Medellín (Colombia) tiene la fama de ser una de las ciudades mejor iluminadas en estos días. Cada Navidad en Nueva York se disfruta como si fuera la primera vez. Y la romántica París suele acoger a los enamorados que van a escapar de todo en estos tiernos festejos.

Pero el mundo tiene mucho más para ofrecernos en estos días. Mucho más. Aquí les presentamos algunos de los destinos más navideños del planeta.

Las costumbres. Los habitantes de Guatemala suelen realizar una limpieza profunda en sus hogares, mayormente barriendo, ya que consideran que el mal se esconde en los lugares sucios y polvorientos. Esa limpieza, que puede durar una semana, concluye con la incineración de la basura, llamada la “quema del diablo”, para alejar los males.

Letonia, en el norte de Europa y bañada por el mar Báltico, aleja a los malos espíritus en Navidad con el ‘mumming’, actividad que congrega a los personajes llamados ‘mummers’. Los habitantes se visten con máscaras de osos, lobos, cabras, caballos o personajes para visitar las casas de sus familiares y amigos, bebiendo y comiendo para alejar el mal, pero antes de entrar deben cantar y bailar sin ser reconocidos, de lo contrario deben quitarse la máscara y abandonar la fiesta.

La tradición en Noruega también tiene lo suyo. Para evitar que los malos espíritus vuelen libremente, durante la víspera de Navidad, antes de dormir, los noruegos esconden las escobas de la casa para no permitir que los malvados las usen para volar, causando problemas. También es una forma de ahuyentar a las visitas no deseadas mientras se celebra la cena en familia.

Rovaniemi (Finlandia). Esta localidad ha sido muy astuta para promocionarse en Navidad. Ellos aprovecharon su ubicación en pleno Círculo Polar Ártico para, en medio de un paisaje fantástico sembrado de bosques y nevados, levantar el mismísimo pueblo de Papá Noel. Sí, el Santa Claus Village es el principal atractivo turístico de esta localidad que desarrolla su identidad alrededor de la imagen del bonachón viejito gordo de barba blanca. Las familias con niños enloquecen de alegría espíritu navideño cuando llegan a este sitio (aunque también podría ser que estén afectados por el frío), pero la experiencia se eleva hasta las nubes cuando aparecen las brillantes auroras boreales en ese cielo que parece así confirmar que, efectivamente, están en la casa de Santa. Y para los friolentos, sepan que Finlandia tiene una costumbre muy singular en la Nochebuena: los habitantes gustan compartir tibias sesiones de sauna en familia, para relajar el cuerpo y el espíritu.

Bratislava (Eslovaquia). El escenario puede ayudar mucho a marcar el espíritu de estas fiestas. Así ocurre en la capital de Eslovaquia, que posee un casco histórico maravilloso que parece extraído de un cuento de Navidad. Y sus visitantes lo viven con intensidad al caminar por sus calles empedradas y pequeñas plazas. Todo esto teniendo, allí encaramado en lo alto de una colina rocosa, un emblemático castillo que se comenzó a construir en el siglo X y que domina el río Danubio. Actualmente, el castillo alberga el Museo Nacional Eslovaco y, en sus terrenos, la residencia del presidente del país. En uno de sus agradables cafés los turistas pueden probar deliciosos pastelitos navideños, para luego dirigirse al mercado de la Plaza Mayor y comprar alguna artesanía típica de recuerdo.

Estrasburgo (Francia). La Navidad es paz, amor y reconciliación. Pero también tiene su componente de compras. Así ha sido desde hace mucho tiempo, tal como lo demuestra la presencia del mercado navideño más antiguo de Francia, asentado en Estrasburgo desde 1570. Se trata del Christkindelsmärik, con más de 300 puestos típicos que ocupan 12 zonas del centro de esa preciosa ciudad. Allí, entre decoraciones navideñas y belenes, los comerciantes ofrecen también ricas confiterías acompañadas de vino caliente para combatir el frío. Más festivales de sabores navideños en Estrasburgo son ofrecidos en el mercado de los sabores de Alsacia, en la plaza des Meuniers y en el mercado de Bredle en la plaza de Austerlitz, famoso por sus riquísimas galletas navideñas.

Núremberg (Alemania). Los mercados navideños son muy asediados en toda Europa, y considerados unos importantes atractivos turísticos. Otro ejemplo es, sin duda, Núremberg. Esta ciudad alemana presume de tener el mercado de Navidad más famoso del mundo, con una tradición de casi cuatro siglos. Hablamos de Christkindlesmarkt. Sus puestos son una delicia, siempre coloridos y repletos de productos tradicionales y otros insólitos. Todo esto dentro de un paisaje con look navideño que luce espectacular. Para probar algo de la gastronomía local, los habitantes recomiendan un dulce típico: el lebkuchen, un bizcocho de especias y miel para chuparse los dedos. (I)

Fuentes: www.traveler.es, www.lavanguardia.com, Wikipedia.

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