Ciudades amuralladas en Europa

27 de Marzo de 2016

En Europa, las potenciales invasiones provocaban que los muros sean una condición para que un poblado pueda convertirse en ciudad durante la Edad Media.

Ávila (España)
La mejor conservada

Los muros de Ávila cuentan con 87 torreones, antes usados para vigilancia.

Desde Madrid, una hora y media de viaje por carretera lleva a estas emblemáticas murallas que fueron la razón fundamental para que, junto a las iglesias románicas, en 1985 la Unesco incluyese a la ciudad de Ávila en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Este recinto rectangular cuenta con un perímetro de 2.516 metros, con 87 torreones y 9 puertas de acceso: Puerta del Alcázar, del Peso de la Harina, de San Vicente, del Mariscal, del Carmen, del Adaja, de la Malaventura, de la Santa o Montenegro y del Rastro.

Es considerado el recinto amurallado urbano mejor conservado de España. Se levantó a lo largo del siglo XII, acomodando a la población en el interior. Sobre una colina de 1.131 metros, y rodeadas por el río Adaja, sus paredes de 12 metros de altura y 3 de espesor fueron restauradas en el siglo XIV, conservando su estilo original.

Otros edificios jugaron un papel destacado en su interrelación con la muralla, bien integrándola, como es el caso del Alcázar; o bien abriéndose paso ante ella, como con la cabecera de la Catedral.

En Ávila, como en muchas de las ciudades medievales españolas, convivieron judíos, musulmanes y cristianos.

Carcasona (Francia)
La gran ciudad medieval

Las huellas humanas más antiguas en la zona (siglo VI a. C.) se encuentran en el promontorio donde está situada la ciudadela. Esos son los orígenes de esta urbe francesa de muros grises y 51 torres, llamada Carcasona (Carcassonne, en francés), ubicada en el sur de Francia, a 80 kilómetros de Toulouse.

Situado en la ribera derecha del río Aude, el casco antiguo, pueblo medieval todavía habitado, consta de dos recintos concéntricos que totalizan 3 km de elevados muros.

Al ingresar el visitante descubre que su estructura defensiva cuenta realmente con dos murallas. La gran pared interna tiene partes de la época galo-romana, de finales del siglo III, en época del llamado Imperio Galo, mientras que la muralla exterior fue construida durante el siglo XIII, durante el reinado de Felipe III.

La Cité, tal como se denomina la ciudadela interior, tiene prohibida la circulación vehicular para proteger ese legado histórico.

La Ciudad Baja, fuera de las murallas, es conocida como Ville Basse. Y el Palacio Condal (siglo XII), que es parte de la estructura, tiene un foso y un puente elevadizo. Todo esto conforma un escenario sacado de un cuento.

Dubrovnik (Croacia)
Sobreviviente de la historia

En Dubrovnik no solo encontraremos preciosas playas de piedra con un encanto inusual, sino también una oferta cultural para aquellos que quieran disfrutar de un lugar plagado de elegancia, con edificios que nos trasladarán a una época en la que el lujo y la ostentación eran los protagonistas.

Eso explica que esta ciudad croata haya sido escenario de la exitosa serie de televisión Game of Thrones, debido a sus ambientes embellecidos por antiguas murallas, calles escalonadas, palacios, iglesias y conventos.

El encantador casco histórico de Dubrovnik está rodeado por 2 km de murallas de 25 metros de altura, que alberga 16 torres. Las murallas datan del siglo X, aunque fueron restauradas en el siglo XVII. En total suman 1.940 metros, con un grosor de 6 metros hacia tierra y 3 metros hacia el mar.

Enclavada entre el mar Adriático y los Alpes Dináricos, este destino brinda una escapada muy accesible y asequible para muchos visitantes europeos. Su ciudad antigua, totalmente peatonal, destaca por su encanto especial.

La urbe, del siglo VII, se levanta sobre un promontorio rocoso, rodeada del hermoso color azulado del mar y de frondosos bosques de cipreses. Los flamantes techos de tejas rojas de la ciudad, que debió ser reconstruida, contrastan con el blanco y el gris de la piedra de los muros.

Esta urbe, que fue dominada por los bizantinos, venecianos, húngaros y turcos, sufrió mucho en la guerra contra Serbia. El 6 de diciembre de 1991 recibió el impacto de más de 2.000 bombas, por ello la mayoría de sus edificios y viviendas son nuevos.

Pero sus muros resistieron todo aquello para mostrarse hoy como legado histórico para el mundo. (I)

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