Opciones a la toalla sanitaria

09 de Julio de 2017
  • La copa menstrual está hecha de silicona y sirve como un recipiente que recoge el flujo.
  • Las toallas sanitarias de tela y las esponjas marinas son las opciones a las que recurren algunas mujeres que son alérgicas a las fibras sintéticas.
  • Las toallas sanitarias de tela y las esponjas marinas son las opciones a las que recurren algunas mujeres que son alérgicas a las fibras sintéticas.

Las copas menstruales, toallas sanitarias de tela y esponjas de mar se utilizan en otros países para retener la menstruación.

Hoy en día los métodos preferidos para retener la menstruación siguen siendo las toallas sanitarias y los tampones, sin embargo, existen alternativas ecológicas a estos productos, como la copa menstrual, la toalla sanitaria de tela y la esponja de mar.

Primeras toallas sanitarias

Las toallas sanitarias, como las conocemos hoy, no se asemejan a lo que eran antes. Si les preguntamos a nuestras abuelas, probablemente recordarán los días en los que las toallas sanitarias eran de tela y tenían que lavarlas y hervirlas para desinfectarlas. Las primeras toallas sanitarias nacieron gracias a las enfermeras del servicio norteamericano durante la Primera Guerra Mundial. Estas utilizaban un tipo de material muy absorbente para tratar las heridas de los soldados y no tardaron en darse cuenta de que su eficacia en absorber sangre podría ser utilizada para beneficio de las mujeres. Poco tiempo después, las empresas empezaron a crear y comercializar toallas sanitarias desechables

Copas menstruales

Tal vez nunca antes haya escuchado sobre las copas menstruales o sepa muy poco sobre ellas, y es debido a que una minoría de mujeres las utiliza. La copa menstrual o copa femenina existe desde hace más de ochenta años. Es una copa pequeña de silicona que se dobla y se inserta en la vagina y funciona como un recipiente que almacena el flujo. Debido a que está hecha de un material flexible, se adapta a las paredes vaginales y no se sale de su sitio. Al igual que con los tampones, es posible realizar ejercicios, meterse a la piscina y dormir con esta.

Vanessa Cullins, gineco-obstetra y vicepresidenta de asuntos médicos externos de Planned Parenthood Federation of America, explicó para un medio estadounidense que entre los beneficios que presentan las copas menstruales está la de causar menos olores que otros productos porque los fluidos no se exponen totalmente al aire como los tampones y las toallas sanitarias. Además, las copas menstruales no alteran el pH vaginal y no generan infecciones. Entre las recomendaciones, advierte Cullins, está la de llevar una botella de agua en la cartera para limpiar la copa dentro del baño, por la dificultad que resultaría lavarla en un baño público. La ginecóloga Sofía Orellana explica que para introducir y retirar la copa, es necesario meter los dedos y manipularla. “Para esto hay que saber llevar una higiene adecuada, y lamentablemente no todas las mujeres tienen la paciencia o ganas de esterilizar su copa o lavarse las manos todo el tiempo”, por lo que considera que este invento no es muy práctico. En cuanto a nuestro país se refiere, la copa femenina no es una opción que se encuentre en bastantes locales, sin embargo, existen lugares tanto en Quito como en Guayaquil que las expenden, que como han advertido quienes se dedican a esta actividad, mantienen su negocio por asuntos ecológicos más que monetarios.

Según la empresa ecuatoriana Lunas, que fabrica toallas femeninas ecológicas, las mujeres gastamos alrededor de 2.100 dólares en toallas sanitarias desechables en toda nuestra vida, mientras que las toallas de tela pueden durar de dos a tres años.

Toallas lavables y esponjas

Hoy, escuchar que alguien usa estas toallas ya no es lo habitual, sin embargo, algunas mujeres siguen prefiriendo las toallas lavables porque son alérgicas a los químicos o el material de las toallas sanitarias, o porque buscan una opción más amigable con el medio ambiente. Una alternativa parecida al tampón son las esponjas marinas. Estas se obtienen de cultivos de mar y pasan por un proceso de desinfección antes de ser puestas a la venta. Las esponjas marinas son reutilizables, biodegradables y pueden durar de tres a seis meses. Para aplicar la esponja de mar, se remoja en agua fría, luego se escurre y se inserta en la vagina como si fuera un tampón.

La ginecóloga Orellana explica que ni las toallas sanitarias ni las copas son unas mejores que otras, y atribuye el riesgo de infección a malos hábitos de higiene y concluye que muy pocas veces sus pacientes le han pedido información sobre estas alternativas. (A. M.) (I)

 

Alternativas en África

En África Oriental las mujeres de escasos recursos recurren a estiércol de vaca, papel periódico, plantas, entre otros, para retener la menstruación. El uso de estos materiales, además de ser incómodos, puede causar irritaciones e infecciones.
 

Movimientos ecologistas

En Europa existen varios movimientos feministas y ecologistas que están en contra de los tampones y las toallas sanitarias, debido a sus químicos. Estas mujeres prefieren utilizar productos como la copa menstrual y las toallas sanitarias de tela.
 

 

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