‘Fatorexia’: Un síntoma que impide ver la realidad

26 de Octubre de 2014
Sheyla Mosquera

Existen personas obesas que se perciben flacas. Un problema que las pone en peligro.

Científicamente, el término “fatorexia” no está descrito como una enfermedad, porque no existe. Este surgió en el 2010 cuando la inglesa Sara Bird, autora del libro Fatorexia: What Do You See When You Look In The Mirror? (Qué es lo que ves cuando miras al espejo), relata lo que tuvo que enfrentar a causa de su sobrepeso.

En entrevistas concedidas a medios de comunicación, Bird cuenta que evitaba los espejos grandes y que usaba uno pequeño para ver su cabello, e incluso que no recordaba cuándo fue la última vez que se subió a una balanza. Hasta que su médico le hizo notar que estaba obesa tenía más de 108 kilos (237 libras y media) de peso. Ella medía 5 pies 10 pulgadas (1,75).

Sorprendida del diagnóstico no creyó que era para tanto, porque siempre cuando se miraba en el espejo se veía atractiva y bien cuidada, según declaró en el Daily Mirror. Luego, dice, se enojó con sí misma por no haberlo notado antes y pensó que así como los anoréxicos se ven gordos cuando en realidad están flacos, ella se veía flaca cuando estaba gorda.

Lo que sí aceptó Bird fue que compraba su ropa grande porque creía que hacían las tallas más pequeñas, pero no lo hacía porque su cuerpo fuera creciendo. Incluso cuando tomaban fotos en grupo se ponía atrás de alguien para que de ella solo salieran la cabeza o las manos.

Después de ello Bird tuvo la idea de escribir su libro y pronto el concepto se popularizó en las redes sociales y entre quienes trabajan con tratamientos y control de la obesidad.

Según la máster en nutrición Silvia Alejandro, si bien la “fatorexia” no está reconocida científicamente, sí hay evidencias de ella. Por lo tanto, se debería trabajar para encasillarla y poder tomar medidas de prevención sanitaria. “Muchas personas aún piensan por la mala percepción que tienen de que la obesidad es sinónimo de salud, poder y bienestar cuando realmente no lo es, sino una enfermedad que ya se la está encuadrando como catastrófica”.

Imagen distorsionada

Para la psiquiatra Rocío Álvarez, la “fatorexia” como tal no figura en los manuales de enfermedades mentales. Sin embargo, para encontrar una explicación se la podría considerar como un síntoma correlacionado con el grupo de trastornos somatomorfos, en los que hay problemas con la percepción del cuerpo.

En este caso, explica, la imagen que ve una persona obesa de sí misma en el espejo es de alguien delgada. Y suele pasarle a muchos en algún momento de sus vidas cuando empiezan a engordar y dicen que están muy bien, porque no ven la realidad.

Entonces, la “fatorexia” se la puede relacionar con la enfermedad llamada dismorfofobia (deformación de su imagen), que se produce por varios motivos: por una alteración genética o del neurotransmisor dopamina (da sensación de satisfacción y placer), por una mala regulación de las áreas del reconocimiento del propio cuerpo, entre otros.

La dopamina, menciona, es la que permite que se realicen las conexiones cerebrales que hacen que el individuo tenga ganas de desarrollar actividades. Entre más mueve el cuerpo no lo va a negar y como lo repite el cerebro lo codifica como una realidad.

“El problema del síntoma “fatorexia” es que puede convertirse en una obsesión, es decir, en una lucha de vida y darse en quienes se niegan a reconocer los problemas, las dificultades y a desarrollarse en muchos campos de su vida”.

Según un estudio publicado en el British Medical Journal, una cuarta parte (25%) de los adultos con sobrepeso u obesidad no se ve a sí misma como gorda, lo que apoya el concepto de que “fatorexia” es más común de lo que se piensa.

Orgullo del cuerpo

La persona con “fatorexia”, dice la psiquiatra, se niega a observar su cuerpo, sus medidas y ver cómo lleva su vida. El 60 y 80% de la gente observa mejor a los demás antes que a sí misma.

Además, las personas con sobrepeso u obesidad niegan que están gorditas porque en el fondo les gusta comer, ya que nadie se engorda de la nada. Y para que esto suceda confluyen varios factores: la mala percepción de sí mismo, una personalidad evitativa, no enfrentar la realidad y acumular el problema. Generalmente, agrega, se burlan de que están perfectos y lindos, pero en el fondo saben que no es verdad, ya que cargan el sufrimiento por dentro. “Padecen de depresión, porque al tratar de proyectar que todo está bien empiezan a aparecer las enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o problemas en la columna a causa del sobrepeso, entre otras”.

Tratamiento

Según Álvarez, no existe tratamiento para el síntoma de “fatorexia”. Sin embargo, por ser parte de las dismorfofobias, el psiquiatra tiene que analizar todo el cerebro para ver qué está confluyendo: si hay otras enfermedades de base y dependiendo de esto poder administrar medicinas.

Incluso, dice, se puede aplicar psicoterapia e investigar si el paciente tiene alguna alteración de la dopamina para administrar el medicamento para regularla.

 

Obesidad y sobrepeso

Significan tener exceso de grasa en el cuerpo. El peso puede ser resultado de la masa muscular, los huesos, la grasa y/o el agua.

Ambos términos quieren decir que el peso de una persona es mayor de lo que se considera saludable según su estatura, de acuerdo con el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de EE.UU.
 

Insatisfacción con el cuerpo

Investigaciones muestran que las mujeres obesas que padecen de trastorno alimentario compulsivo y que han sido víctimas de bromas a causa de su apariencia desarrollaron luego insatisfacción con su cuerpo y depresión, según la Asociación Americana de Psicología.
 

 

 

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