Enfrentando las hepatitis

15 de Julio de 2018

El Día Mundial contra estas infecciones es el 28 de julio. Los esfuerzos se enfocan a los tipos B y C, pues se cree que en Ecuador abundan los casos sin diagnosticar.

Las hepatitis virales causaron, en conjunto, 1,34 millones de muertes en 2015, la mayoría por cirrosis y cáncer de hígado. Esto es comparable con las muertes por tuberculosis (1,7 en 2016) y superior a las provocadas por el VIH (1,2 millones en 2016). Las dos últimas cifras están descendiendo, mientras las hepatitis aumentan, informa la Organización Mundial de la Salud.

En Ecuador, en cambio, no hay estudios amplios que definan la prevalencia e incidencia de las hepatitis. Parecería que la prevalencia es baja, pero también se estima que esto se debe a que gran número de personas infectadas no han sido diagnosticadas, explica el doctor Javier Mora Lazo, jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Luis Vernaza.

¿Quién debe hacerse el examen?

Los grupos más vulnerables a las hepatitis B y C (causantes del 60% de los casos de cáncer de hígado) son los profesionales sanitarios y las personas que utilizan drogas inyectables con jeringas no del todo estériles o compartidas. También, toda persona que tenga relaciones sexuales de alto riesgo (sin protección y con numerosas parejas). Y quienes recibieron transfusiones de sangre antes de 1990, pues antes de ese año no se conocía sobre el virus de la hepatitis C. El doctor Mora añade que toda mujer embarazada debería hacerse la prueba, por el riesgo de transmisión al bebé. Y es recomendable para toda persona mayor de 18 años.

La mayoría de las personas infectadas desconocen que lo están, continúa el hepatólogo Mora, pues es una enfermedad que generalmente no produce síntomas, pasa inadvertida y por tanto se transmite fácilmente. Si usted es diagnosticado con hepatitis B o C, debe acudir a un centro especializado. “Actualmente disponemos de buenos medicamentos que controlan la infección”, afirma Mora.

En el caso de hepatitis B, muchos pacientes se benefician de antivirales orales que mantendrán controlado el virus. Para la hepatitis C, amplía el especialista, hay tratamientos con una eficiencia mayor al 90%, dependiendo del subtipo de virus. Y los fármacos más recientes han mostrado efecto en todos los subtipos. Pero son productos costosos que aún no llegan a Ecuador, donde la población que ha sido diagnosticada es muy baja.

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?

La hepatitis B puede causar enfermedad aguda y crónica del hígado.

El virus se transmite a través del contacto con la sangre o los fluidos corporales.

257 millones de personas viven con infección por hepatitis B.

Es uno de los más importantes riesgos ocupacionales.

Puede prevenirse con una vacuna disponible desde 1982 y 95% efectiva, según la OMS.

El virus C también puede causar hepatitis aguda y crónica.

Puede ser una molestia ligera durante semanas o una enfermedad severa y de por vida.

Se transmite a través de la exposición a pequeñas cantidades de sangre (al usar drogas inyectables, transfusión de sangre contaminada).

Es usualmente asintomática y hasta el 45% de las personas se limpiarán del virus 6 meses de la infección, sin tratamiento. El porcentaje restante desarrollará infección crónica y un riesgo de cirrosis entre 15 y 30% en los siguientes 20 años.

Los antivirales pueden curar a más del 95% de los pacientes en un plazo de 2 a 3 meses.

No hay vacuna para la hepatitis C.

Esperanzas de tratamiento

Mientras tanto, en el Congreso Internacional de Enfermedades Infecciosas (ICID) 2018, en Buenos Aires, Argentina, se presentó una nueva combinación de fármacos contra todos los subtipos del virus de la hepatitis C, que podría curar a 10 pacientes en Latinoamérica al mismo precio de lo que hoy cuesta curar a uno solo. Se propone para 2020.

El producto combina dos antivirales de acción directa: una versión genérica de sofosbuvir y un fármaco experimental, ravidasvir. El precio de 12 semanas de tratamiento sería $ 500, una gran diferencia con el costo en los países latinoamericanos, que está entre $ 12 y $ 6 mil. Esto hace que el porcentaje de pacientes tratados en Colombia, Brasil, Chile y Argentina sea menor al 10%. Hasta ahora se han realizado estudios en África y Asia, con buenos resultados en los genotipos 1, 2, 3, 4 y 6. Durante este año se realizarán otros con el genotipo 5.

Según la Organización Panamericana de la Salud, en el continente americano solo una de cada cuatro personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C es diagnosticada, y de ese grupo, solo el 16% recibe tratamiento (5% en Latinoamérica y el Caribe).

Erradicar para 2030

La meta de la Organización Mundial de la Salud es erradicar las hepatitis B y C para 2030, pero solo 82 países han adoptado estrategias para lograrlo. Pakistán es uno de ellos, con la segunda carga más alta de hepatitis C viral (HCV) y con el 5% de su población infectada (8 millones). A esto se suman los que no han sido diagnosticados.

Los factores de riesgo de infección allí son diferentes que en los países desarrollados. En estos, el uso de drogas intravenosas es la principal causa, mientras que en Pakistán, el reúso de jeringas con propósitos terapéuticos es la clave. El Gobierno pakistaní empezó una estrategia nacional hasta 2021 que incluye introducir nuevos antivirales de acción directa que pueden curar en un plazo de 2 a 3 meses, con el precio más bajo en el mundo. Como resultado, el número de pacientes en tratamiento se ha duplicado.

Pero sin mejoras en el diagnóstico y cuidados, bajar el precio de la medicina no hará gran diferencia. Siguiendo las guías de la OMS, Pakistán ha implementado políticas para asegurar que las jeringas que se usan en el sector de la salud se autodestruyan, previniendo la reutilización. Además, está proveyendo diagnóstico, tratamiento y cuidado gratuito para pacientes con HCV. (D.V.)

UN RETO DE DIAGNÓSTICO

En el mundo, a finales del 2015, solo 9% de personas infectadas por el virus de la hepatitis B y 20% de las infectadas por el virus del tipo C habían recibido diagnóstico. Menos del 8% había recibido tratamiento en ambos grupos.
 

METAS A MEDIANO PLAZO

Para 2030 se espera haber diagnosticado el 90% de los casos y dar tratamiento al 80%. El Servicio de Hepatología del Hospital Luis Vernaza dará una charla a la comunidad sobre diagnóstico, tratamiento y curación el próximo 26 de julio.
 

 

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