Cuidado con analgésicos
Estos ayudantes se vuelven riesgosos si se toman en dosis excesivas o si se usan por tiempo prolongado sin consultar antes a un médico.
Cuando duele la cabeza, tira la espalda o se sienten dolores menstruales, se suele echar mano a un analgésico para poder seguir funcionando con normalidad. El ibuprofeno, el paracetamol y otros medicamentos se pueden obtener sin receta en la farmacia. Sin embargo, estos pequeños ayudantes no deberían ser consumidos despreocupadamente y a largo plazo. A fin de cuentas, el dolor es también una señal de que algo anda mal.
Además, no es necesario tratar todos los dolores. Lo decisivo es el umbral de dolor de cada persona. Si el dolor influye negativamente en el día a día, está bien tomar algo. El paciente puede automedicarse como máximo durante una semana.
De los analgésicos, el más suave es el paracetamol. En los adultos, su efecto es apenas superior al de un placebo. Sin embargo, tiene efectos secundarios. Si se lo toma en dosis muy altas, su sustancia activa puede causar daños en el hígado. El consumo máximo es de cuatro gramos repartidos a lo largo del día.
Cuando hay dolores de cabeza y articulares o infecciones virales con dolor de los miembros, se suele recomendar ibuprofeno. Los pacientes pueden tomar un máximo de 800 miligramos tres veces al día. Sin embargo, deben tener cuidado los que sufran enfermedades del corazón, insuficiencia renal, presión alta o problemas digestivos.
Para la terapia de las migrañas se usa especialmente ácido acetilsalicílico. Por lo general, los pacientes deben automedicarse solo en caso de dolores de breve duración. Si estos se vuelven crónicos, hay que consultar con un médico. ¿Por qué? Porque si echa mano con frecuencia de las pastillas para el dolor de cabeza, por ejemplo, usted será cada vez más sensible al dolor.
Si se tienen dolores de cabeza regulares de por sí, se corre el riesgo de, al tomar analgésicos seguido y durante meses, terminar con un llamado dolor de cabeza inducido por los medicamentos. Esto hace que, paradojalmente, los dolores de cabeza sean cada vez peores, en vez de mejorar.
Esto se debe a cambios en el centro de dolor del cerebro. Si el paciente no toma una pastilla, aparece un nuevo dolor de cabeza, una especie de dolor provocado por la desintoxicación. La salida más fácil: tomar más analgésicos. Pero dado que el cuerpo se acostumbra a los analgésicos, los dolores son cada vez peores. Esto genera un círculo vicioso del cual luego es difícil salir.
Para poder desintoxicarse, los afectados deben hacer primero una estricta pausa en la ingesta de medicación. Para ello rige la regla 10/20: hay que tomar una pastilla para el dolor de cabeza como máximo diez días al mes. Al menos 20 días del mes no hay que tomar nada.
Para que estos días no se conviertan en una auténtica tortura, los pacientes deben emplear otros métodos para escapar al dolor. Hay varias claves para ello, desde la alimentación adecuada hasta el ejercicio y una rutina más o menos equilibrada, con una cantidad adecuada de sueño, algo imprescindible en cualquier terapia para el dolor. (F)
USOS DEL PARACETAMOL
El Colegio Estadounidense de Reumatología recomienda el paracetamol como una opción para el dolor en la cadera, manos o rodillas a consecuencia de artritis que no mejore con la pérdida de peso o el ejercicio.
IBUPROFENO Y ASPIRINA
Si toma ibuprofeno, evite beber alcohol (puede aumentar riesgo de sangrado en el estómago). Tampoco lo mezcle con aspirina, especialmente si toma esta para evitar un accidente cerebrovascular o cardiovascular, pues disminuye la eficacia.