Recibiendo el Año Nuevo

Por Mariquita Noboa
29 de Diciembre de 2013

Luis Alfonso está muy entusiasmado porque dice que después de salir de la universidad, esta es la primera vez que va a pasar en una oficina despidiendo al año viejo. Ciertamente, es un doble festejo, despedida del actual y bienvenida al nuevo. Son muchos los sentimientos, encontrados a veces, que se experimentan, por lo tanto, hay que tener control de nuestros modales y del comportamiento, ya que la reunión será entre compañeros, ejecutivos y la plana directiva de la empresa.

* En Ecuador está arraigada la costumbre de “despedir” el año con la quema de monigotes. Generalmente se hace luego del respectivo brindis. Entonces…

* Para hacer el brindis, hay alcohol. Para seguir conversando hay alcohol, para escuchar música hay alcohol; pero eso no significa que hay que beber y beber hasta caer, como maduro aguado, en el piso de la oficina. Recuerde que aunque este es un momento para socializar, su futuro profesional estaría en la cuerda floja.

* Circule, converse con sus compañeros. Aproveche para agradecer por todas esas pequeñas, pero grandes ayudas, que recibió en la jornada laboral del año que finaliza. “Nobleza obliga”. Demuestre su nobleza.

* La reunión en la oficina, es eso, entre el personal que a diario se desempeña en el ámbito laboral. No se le ocurra llevar a su pareja por muy último modelo que sea. La pobre, después de recibir todo el fogonazo que salen de las miradas de sus compañeros, estará sola y se sentirá fuera de lugar.

* Evite hablar sobre el estado de pérdidas y ganancias de la empresa; este es un tema para los contables y el directorio.

* No se dedique a comer y a beber como que el mundo se va a acabar. Coma despacio y con discreción y beba mucho más despacio y con mayor discreción.

* No pida nunca, pero nunca, nunca, comida para llevar. Lo que se ofrece en una reunión está destinado para atender a los comensales pero no para los familiares.

* Si tuvo la suerte de salir favorecido en la rifa del viaje de sus sueños, acérquese a agradecer. Otra vez: “Nobleza obliga”.

* La fiesta de fin de año es un buen momento para conversar informalmente con sus superiores, de manera informal. Pero… ¡cuidado! “Que no se le vayan los chivos al monte…”. Nada de abrazos y declaraciones como “te quiero como a mi padre”…

* Cuide sus expresiones, sus modales y su vestimenta. Los ojos de la señora de Recursos Humanos pueden estar dirigidos a usted. De su buen comportamiento social depende su futuro laboral. ¡Feliz Año Nuevo!

mtnoboa@hotmail.com

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