Para todos los días

Por Mariquita Noboa
27 de Abril de 2014

En la casa, la escuela o la oficina, en el mundo de los negocios, en el ámbito diplomático, en los círculos oficiales, políticos y profesionales en general, se aplican fórmulas de respeto y cortesía, que lejos de ser un rasgo de acartonamiento, nos ayudan a llevar la vida con mayor nivel de armonía y a vincularnos mejor.

Aquí algunas sugerencias para que aumente su seguridad cualquier momento de cualquier día.

• En casa, vístase adecuadamente. Si va a asomarse a la ventana que no sea cuando está con camiseta interior. Eso está bien para la intimidad, pero no para asomarse a la ventana ni para recibir a los amigos o vecinos.

• No remoje el pan en el café con leche.

• Si la sopa está muy caliente, la enfría con un poquito de paciencia y moviéndola con la cuchara, pero no sople la sopa ni ningún alimento.

• No responda el teléfono si está mascando hielo o tiene alimentos en la boca.

• Si quedan restos de comida en los espacios interdentales, vaya al baño y a solas se hace la limpieza. No utilice la lengua para hacer “un barrido”. Ya sabe que tampoco se usan palillos, o escarbadientes, mientras está en la mesa.

• En el trabajo, siempre que ingrese a cualquier oficina, independiente de su cargo o jerarquía, salude al ingresar.

• Vestirse apropiadamente incluye zapatos limpios y lustrados.

• Si no sabe hacerse el nudo de la corbata, pida ayuda al papá, a un tío o a cualquier dependiente de un almacén de venta de ropa masculina. Recuerde que la punta de la corbata solo debe llegar hasta la hebilla del cinturón.

• En el caso de las damas, vestirse adecuadamente significa respetar las piezas del uniforme y el alto de la falda: a media rodilla, no a media pierna.

• Procure no excederse en la utilización de pulseras, cadenas, anillos o aretes grandes. Esa bisutería la podemos dejar para las reuniones sociales.

• Si vestimos una blusa blanca, el brassiere debe ser blanco también. Lo óptimo es uno de color carne, pero nunca negro o café.

• El buen vivir incluye un manejo apropiado de sus emociones; cuide su carácter para que no pierda los estribos.

• El respeto y consideración a los demás puede hacer la gran diferencia tanto a nivel familiar, social o laboral. La clave está en “tratar a otros como me gusta que me traten a mí”.

mtnoboa@hotmail.com

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