Para comer caracoles

Por Mariquita Noboa
26 de Abril de 2015

Si alguna vez recibe una invitación para almuerzo o cena y encuentra que el primer plato tiene unos pequeños caracoles, le están ofreciendo una de las delicias gastronómicas que por estos lares poco hay. La mayoría de escargots son exportados a Francia, país donde se los come con frecuencia. Pero si usted tiene un amigo que se dedica a la helicicultura, es decir, a la reproducción y cría de caracoles comestibles, pídale que le separe algunos para que se prepare un festín.

Los caracoles son ricos en proteínas, bajos en calorías y no contienen grasa; por eso son tan apetecidos. Son los pequeños moluscos que en la mayoría de los casos se comen solamente con ajo y mantequilla.

No se los sirve como plato fuerte porque están en la línea de aperitivos o entradas, y en Europa se los considera un manjar que solo se encuentra en los restaurantes de buen nivel.

• Cuando estudiamos el pan y la bollería, hay que detenerse en una masa, fermentada, que sirve para cubrir los cilindros concéntricos que son los que soportan o dan la forma de caracol y que luego de salir del horno son rellenados con crema pastelera. Esto no tiene nada que ver con los escargots, que se sirven como entrada.

• Para comer los pequeños caracoles usted debe tener una pinza, con las extremidades cóncavas y un tenedor pequeño de dos puntas. Son las dos piezas indispensables para poder llevar adecuadamente el caracol a la boca.

• Cuando se come caracol no hay necesidad de poner el bol con agua y gotas de limón, porque nuestros dedos no tocan la coraza.

• Los pequeños caracoles se presentan en su respectivo caparazón. El plato en el que se sirven -caracolero- tiene ligeras hendiduras que permiten estabilidad al caracol. Los hay para seis, diez y doce unidades y pueden ser de vidrio, cerámica, porcelana o acero.

• En la gastronomía internacional es muy conocido el escargot a la Bourguignonne, cuya base es el vino tinto, pero también se los encuentra a la Arlesiana, que es una guarnición a base de cebolla perla, tomates y berenjenas.

• No se sirve en su caparazón cuando es un coctel de escargot.

En la costa de Ecuador es conocido el cebiche de caracol, que viene de una variedad marina y es de tamaño grande.

• Cuando se trata de caracoles, evite pedir ají. Este es un molusco que no se come con ají, a diferencia de las ostras.

• En el caso de las ostras no hay necesidad de ningún plato especial. Se las sirve en su propia concha, al natural o gratinadas. Solamente se recomienda presentarlas sobre una servilleta de papel para evitar la inestabilidad.

Si tiene oportunidad, prepárese una sopa de caracol... al ritmo de la canción... (O)

mtnoboa@hotmail.com

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