La primera cita

Por Mariquita Noboa
17 de Noviembre de 2013

Julio ha quedado eclipsado y no precisamente por el último eclipse solar. Declara que Gina es la niña más bella que ha conocido. La ve todos los días cuando el expreso escolar la recoge por las mañanas, pero él no se atreve a acercarse y mucho menos a decirle que le gusta.

En su fresco entusiasmo de 16 años, Julio le ha confiado sus sueños a Rocío. Ella vive en Quito y le ha sugerido que escriba a la columna de Modales de La Revista. Entonces, aquí vamos:

En primer lugar, gracias a Rocío por la oportunidad de conocer sobre este bello posible romance. Y gracias también a Julio por su confianza.

Hay varias formas de establecer el contacto con Gina. Una de ellas puede ser llegar a la misma esquina donde ella toma el bus del colegio. Entiendo que tienes que caminar cinco cuadras, pero ya sabemos cómo son las cosas: “El que quiere celeste, aunque le cueste”, dice el refrán.

Si ella está en la parada del bus, con su mamá, como dices en tu comunicación, lo primero que debes hacer es saludar a la señora. Un cordial “buenos días” puede ser la puerta que estás esperando que se abra para ser amigo de la niña. Lo primero es lo primero. Claro que si eres amigo de una de sus amigas, el nexo puede ser mucho más fácil.

Estimo que el paso más incómodo será conseguir su número telefónico. Si ella te lo da, con toda seguridad está aceptando la posibilidad de que puedan chatear. No tienes que ser tan directo y decirle “oye, dame tu número telefónico”, aquí es cuando tus buenos modales se van a poner en evidencia. Lo adecuado sería ponerlo en condicional y así va a tener un tono mucho más suave: “¿Podrías darme tu número telefónico?”.

Desde luego, esto incluye que tú también le das el tuyo. Si ella dice que no, no es el momento de insistir, simplemente acepta con una sonrisa aunque interiormente estés triste.

Si te da el número, en medio de tu alegría deberás esperar prudentemente el momento para llamarla o enviarle un mensaje. Lo que debes tener muy claro es lo siguiente:

• Nunca usar lenguaje vulgar.

• No hables sobre sexo o alcohol, este no es el momento.

• Una pregunta ligera “¿Cómo fue tu día?” puede desencadenar una bien intencionada conversación.

• No hables, nunca, mal de ninguna niña que ambos conozcan.

• Recuerda que ser extraordinario solo depende de ti.

mtnoboa@hotmail.com

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