Con nuevos bríos

Por Mariquita Noboa
05 de Enero de 2014

Año nuevo, vida nueva; año nuevo, ropa nueva; año nuevo, cepillo dental nuevo; año nuevo, propósitos nuevos: hacer ejercicios para mejor conservación de salud, bajar de peso, alejarse de situaciones negativas, evitar condiciones depresivas, invertir en el desarrollo profesional, elaborar un plan de vida acorde con la realidad, ayudar a quienes lo necesitan, visitar con regularidad al médico, cultivar hortalizas, proteger el medioambiente, mirar lo bueno, decir lo bueno, hacer lo bueno… cuidar los modales…

Si es así, revisemos algo de lo que podemos hacer si atendemos al público, por ejemplo:

• Evitar un saludo indiferente como “buenas…”. La forma apropiada siempre será “buenos días” o tardes, o noches. Si viene acompañado de una actitud cordial, seguro va a tener mejor rendimiento en su desarrollo laboral.

• Si la actividad se realiza en una oficina, la postura adecuada al sentarse es con los dos pies en el suelo. No solo que perturba su circulación al sentarse sobre una pierna, sino que es inapropiado, sobre todo si usa falda.

• No mascar chicle. Ninguna persona que recibe público debe mascar ni, mucho menos, hablar cuando tiene chicle en la boca.

Si es un ejecutivo:

• Cuide siempre su presentación. Recuerde aquello de que “como te ven, te tratan”. Zapatos lustrados a diario, camisa, cuello y puños limpios, pantalón y bastas en buen estado y sin caída de “acordeón”.

• Si es de los que les gusta usar gorra, el lugar de trabajo es el sitio menos indicado para ir con gorrita. Una actitud profesional no incluye ese implemento.

• ¿Sabe cuál es el mensaje que está enviando con su vestimenta? ¿Le favorecen las combinaciones chaqueta-corbata? Que “la pinta es lo de menos”… Sí, eso es lo que dice Piero, pero…

• Le sugiero que vaya a preguntarle a aquel que no nos engaña: Espejito, espejito, ¿cuáles son los colores apropiados para mi estilo? ¿Cuáles son los modelos más aconsejables? ¿Puedo usar camisa con rayas? ¿Horizontales o verticales?

• El buen gusto y lo apropiado en el vestir no está sujeto a grandes cantidades de dinero. Solo hay que buscar las prendas adecuadas según la actividad que se desempeña.

• No se le ocurra ir –nunca– en zapatillas a la oficina. Se lo considera una falta de respeto.

• La persona más elegante no es la que más joyas tiene. El concepto de elegancia está asociado a lo propio de cada circunstancia.

No se trata de ser víctimas de la moda, por eso, en este nuevo comienzo, espejito, espejito, se requiere tu inestimable ayuda…

mtnoboa@hotmail.com

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