Videos pornográficos

06 de Abril de 2014

Soy una adolescente y tengo un amigo muy pervertido. Él me envió un link de una página pornográfica. Lo abrí y comencé a ver algunos videos, y en parte creo que me gustaron. El problema es que ahora pienso en eso, es decir, en el sexo y todas esas cosas. Sé que no está correcto. Ayúdenme para dejar esos pensamientos que me perturban.

N.N.,
Guayaquil

Entiendo la confusión que siente con los videos observados y aquello que está experimentando, pues realmente las personas nos dejamos llevar mucho por la curiosidad, sin evaluar cuáles podrían ser las consecuencias. En primer lugar, considero que el joven al que se refiere como “amigo” en realidad no lo es, ya que la expuso a una situación nueva y delicada, la pornografía no la ayuda en su bienestar personal ni contribuye a la formación de su personalidad. En segundo lugar, en cuanto al hecho de que las imágenes que observó se han quedado grabadas en la mente y las recuerde con frecuencia y que además, como usted menciona, cree que le gustaron, debe tener presente que esto no le ocurre solo a usted, todas las personas tenemos componentes físicos, sexuales y emocionales, por lo tanto, las imágenes que usted observó pasan a ser estímulos sexuales. Sin embargo, la pornografía es un estímulo inadecuado que puede llegar a controlarla, desarrollar adicción, afectar su desarrollo emocional y sexual y, por lo tanto, tomar decisiones equivocadas. Las impresiones fuertes, nuevas y que tienen un componente emocional y sexual se vuelven recurrentes, por ello mientras usted más las recuerda, cobran mayor vida y fuerza en sus sensaciones emotivas y sexuales. Finalmente, es importante que sepa que usted tiene el control sobre sus pensamientos y decisiones, pero requiere de su determinación y voluntad, para ello es necesario que se proponga no ingresar nuevamente al link que le envió “su amigo”, no buscar otro tipo de páginas o videos del mismo tipo, que cuando recuerde las imágenes busque ocupar la mente en otras cosas y hacer diferentes actividades en compañía de otros.

Así, poco a poco los recuerdos se diluirán y aunque no se borren totalmente de la memoria, dejarán de tener fuerza y control sobre usted, hasta que llegue el momento en que lo olvide.

Mónica Llanos de Mora,
Psicóloga clínica-orientadora familiar. Telf.: 099-183-9592.

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