Traumas de la infancia

19 de Julio de 2015

Tengo 25 años y tuve una infancia horrible, nunca supe lo que era el amor de un padre y hasta los 13 años tuve que soportar los intentos de abuso sexual de mi hermano mayor. Mi madre siempre supo de esta situación y lo único que me decía era que si él me hacía algo, la culpa era mía y que me iba a castigar. Llegué a odiarlos por eso. Pero pasó el tiempo y pude superarlo. A los 18 años tuve mi primer novio y a los 19 me percaté de que cada vez que tenía relaciones con él, sufría de frigidez. Después tuve otra pareja y se repitió este problema. Quisiera saber si los traumas de mi infancia pueden ser la causa. A los 21 decidí quedarme sola, dedicarme a mi trabajo y mis estudios y abstenerme de las relaciones sexuales, pero hace un mes me encontré con mi ex, el primer chico que tuve y me terminé acostando con él. Parece que sigo con el mismo problema. Quisiera saber si hay algún tratamiento para esto. También creo que no puedo tener hijos, ya que nunca me cuidé. Solo tengo un ovario porque me extirparon el otro a los 16 años. Mi deseo es casarme y tener hijos.

Carmen,
Latacunga

Su problema es bastante complejo y sus sospechas son muy acertadas. Si quiere saber si los traumas de la infancia son la causa de los problemas en su sexualidad, debo decirle que es correcto. Así como también es correcto que existe tratamiento y que se deben descartar las implicaciones médicas en su estado de salud.

No tener el afecto de una figura paterna ha afectado su psiquis, haciéndole experimentar sentimientos de indefensión e inseguridad, situación agravada por los intentos de abuso sexual que usted menciona y el no haber recibido apoyo de su madre.

No creer en la versión de la víctima es muy común con los niños. Es otro tipo de abuso emocional que la ha invadido de creencias disfuncionales respecto de sí misma y de lo que se espera de usted en la esfera sexual, afectando su natural desempeño.

Además, se ha afectado su personalidad, provocándole baja autoestima, depresión, sentimientos de culpa y vergüenza. Estos sentimientos negativos han alterado su actitud, por lo que su mente ha creado conductas defensivas, como la negación, con el fin de no enloquecer. De ahí lo que usted menciona como el haberlo superado. Sin embargo, esas huellas en su memoria funcionan como un gatillo inconsciente que no permite su funcionamiento afectivo normal, con la natural consecuencia de experimentar disfunciones sexuales.

Las conductas incestuosas tienden a mantenerse en secreto. El descubrimiento del abuso suele tener lugar bastante tiempo después (meses o años) de los primeros incidentes. Los problemas más habituales son alteraciones en la esfera sexual, especialmente menor capacidad de disfrute, depresión y estrés postraumático, así como un control inadecuado de la ira (violencia en el caso de los varones, conductas autodestructivas en el de las mujeres).

A este estado de cosas se suman las distorsiones cognitivas generadas dentro de la esfera de abuso sexual, como tratar de ser muy complaciente o forzarse a responder de determinada manera, para obtener afecto o para no perder a la pareja, entre otras conductas equivocadas.

Por lo expuesto, se le recomienda atención psicológica inmediata para ayudarla a superar y controlar este problema y así pueda continuar su vida dentro de mejores parámetros de salud mental. (F)

Dra. Glenda Pinto Guevara,
Psicóloga clínica, especialista TREC (parejas, niños, adolescentes y adicciones). Telfs.; 232-4066, 099-961-2322

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