Ridiculizado en la escuela

23 de Febrero de 2014

Tengo un hijo de 10 años y es excelente en todo lo que hace. Maneja varios instrumentos musicales porque estudia en las tardes en el conservatorio. Pero la profesora de la escuela lo acosa demasiado, lo ridiculiza frente a sus compañeros, le grita, le destruye los trabajos manuales y le dice que están mal. Las actuaciones en clase se las rechaza y se las califica como malas cuando están bien. Lo culpa de actos que otros niños hacen y lo amenaza constantemente. Cuánto será el hostigamiento que sus amiguitos me cuentan también lo mal que ella lo trata. Ya la reporté al Ministerio de Educación, pero no veo cambio en la actitud de esta profesora. Lo castigó a mi hijo durante un quimestre manteniéndolo en el sol todo el día, tanto así que lo tuve en tratamiento dermatológico.

Hay días en que mi niño dice que ya no quiere ir a la escuela. En las mañanas llora mientras se viste o tarda en ponerse el uniforme. A partir de que fue el delegado del Ministerio de Educación a la escuela, la profesora se lo lleva a otro departamento, le revisa sus útiles y se los devuelve después del recreo. La directora y la psicóloga ya saben. Pero siguen haciendo mal. Qué hago.

Betty,
Guayaquil

Como educadora, siento preocupación y mucha pena que existan profesionales de la Educación que irrespeten a sus estudiantes, a los niños y niñas, con esas actitudes, reacciones, comportamientos inadecuados de quien desempeña las funciones de maestro. Usted como representante no debió ni debe tolerar todo lo que aquí narra, condeno y rechazo la actitud de los directivos y de los docentes de esa institución educativa que solapan y son cómplices de este tipo de maltrato y de falta de ética. Debe reportar de manera inmediata al Distrito esta clase de abusos, en este habrá funcionarios que actúen rápidamente para, por un lado, salvaguardar los derechos de todos los niños a una educación íntegra y de calidad y, por otro, sabrán sancionar estos hechos, que dañan la imagen de los docentes y de lo que debe llamarse un proceso educativo eficiente. Quien lidera y administra una institución educativa no debe permitir estas conductas por parte de ningún maestro ni personal de la escuela. Los psicólogos y demás docentes deben frenar esto cuando vean o escuchen estos casos, recuerden que los niños y niñas merecen una atención y ambiente positivo para crecer sanos y aprender con alegría, por lo que la reacción de su hijo es normal, al no querer asistir donde es abusado, denigrado, hostigado y acosado, como usted indica. ¿A quién le gusta estar donde es rechazado, donde siente que no lo quieren? Tanto directivos, personal docente y psicóloga deben ser observados y sancionados por permitir esto dentro de las escuelas. Les preguntaría: qué sentirían y cómo reaccionarían si esto que hacen a este niño, se lo hicieran a sus hijos? Su niño necesita recuperar la seguridad y autoestima que ha sido opacada y dañada por la maestra.

Esto lo logrará con la ayuda de los padres, de la familia en general, grupo de compañeros, y un ambiente positivo. Se debe seguir incentivando el gusto por el arte, en este caso la música y la solución no sería que él se retire de la institución, sino que esta cambie por el bien de todos y cada uno de los estudiantes.

Dra. Patricia Zeas de Alarcón
Mgs. doctora en Ciencias de la Educación. Telf.: 099-795-6965.

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