Quita el apellido

21 de Septiembre de 2014

Mi exesposo le dio el apellido a mi hijo, ya que él no es su padre biológico, pues él lo aceptó y quiso darle su apellido. Pero ahora que llevamos 3 años de divorcio quiere la anulación de la paternidad. En estos casos, ¿qué se puede hacer? Mi hijo tiene 16 años y él lleva el apellido por 4 años.

Silvia,
Tena

Lamentablemente, desde el punto de vista legal, usted no puede hacer nada para impedir que su excónyuge consiga lo que pretende, puesto que, al no ser el padre biológico y realizarse la prueba de ADN, en las condiciones que la ley lo exige, el juez, en sentencia, podrá declarar que no es el progenitor, y ordenar que se corrija la partida de nacimiento, en la cual deberá constar, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 80 de la Ley de Registro Civil, Identificación y Cedulación, como apellidos de su hijo, los suyos, es decir, el paterno y el materno. Sería importante que los hombres mediten bien antes de dar un paso de esta naturaleza, para que, posteriormente, cuando sus sentimientos varíen respecto de la mujer, no sufran el mismo impacto los hijos de esta, que nada tienen que hacer con las razones que los anima a dejar de quererla y separarse de ella, lo cual ya es suficiente motivo de sufrimiento para los chicos.

No se debe, tan alegremente, y, en algunas ocasiones, por venganza contra la madre, despojar al hijo de esta del apellido que se le ha dado al reconocerlo como tal. En ese caso, sería mejor que no se lo haga. El impacto y daño que se ocasiona son tremendos, tanto más cuanto que, en los centros educativos, ya no deberán llamarse más Y, sino Z, y podrían ser víctimas de “bullying” por esta causa, con todos los trastornos que esto conlleva. Cuando se reconoce como hijo a alguien que no lo es, se debe tener presente las consecuencias de este acto, tanto en lo económico (alimentos y derecho a la herencia, por ejemplo), cuanto en lo psíquico, para evitar que esto que, inicialmente, podría tomarse como un beneficio, se convierta en un tormento cuando el supuesto benefactor se arrepienta. Las mujeres debieran también reflexionar mucho antes de aceptarlo, y estar muy seguras de que la actitud de quien dice quererlas y jura amor eterno, va a ser, al menos, respecto de sus hijos, sincera y permanente. Es preferible que estos tengan los apellidos de la madre, a mendigar los del propio padre, cuando este no quiere reconocerlos, en el evento de que no esté casado con aquella, o los de un tercero, quien, posteriormente, podría reaccionar como en el caso de la consulta, con las consecuencias anotadas, o, siendo o no el padre biológico, por el hecho de haberlo reconocido, al requerir de su autorización para obtener el pasaporte y llevarlo fuera del país, se niegue a concederla. Antes que nada, debemos pensar que los niños son seres humanos, no objetos.

Dra. Katia Murrieta
Abogada. Telfs.: 231-1743, 231-2129.

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