¿Por qué no habla el niño?

27 de Septiembre de 2015

Tengo un nieto de un año once meses, quien pasa conmigo casi todo el día, ya que sus padres trabajan. Mi preocupación es que él no habla, lo único que pronuncia es ‘papá’ y algunos pocos sonidos. Cuando quiere alguna cosa, la señala. Su hermana mayor a esa edad ya decía más palabras.

Me gustaría saber si esto es normal o si el niño tiene algún problema, y en caso de ser así, cómo podría solucionarlo.

Ruth,
Guayaquil

Estimada Ruth, considerando lo que expone, su nieto requiere la evaluación de un experto en trastornos del lenguaje, quien determinará si es retraso fisiológico normal o si el problema de su nieto es por dificultad para comprender o para expresarse.

Durante la exploración, el experto podría observar algo tan pequeño y sencillo como un pliegue muy pequeño debajo de la lengua llamado frenillo, que si se encuentra muy corto puede dar dificultad en la expresión, o con pruebas más específicas podrá darle un diagnóstico más acertado.

Si hay compromiso auditivo es necesaria la evaluación de un audiólogo, las infecciones frecuentes de los oídos no tratadas pueden causar daño en la audición. La evaluación será en relación con el contexto del desarrollo, se evaluará lo que puede decir, lo que puede entender y la manera como está intentando comunicarse.

Aunque en estos casos es necesaria la evaluación del experto, es necesario recordar que los retrasos de lenguaje en su mayoría son debidos a falta de estímulos adecuados y a factores emocionales, recuerde que aunque la genética determina nuestro desarrollo, es el entorno el que potencia nuestras habilidades, por lo que le sugiero lo siguiente:

1) Trate de que los padres se involucren afectivamente con el niño al llegar del trabajo.

2) Fomenten en él la imitación de los sonidos y de los gestos.

3) Léanle libros con imágenes que lo animen a mirar mientras usted le va indicando los dibujos.

4) Aproveche las actividades cotidianas, puesto que pasa todo el día con usted, explíquele que va a lavar la ropa, que va a cocinar. Por ejemplo, dígale: Vamos a hacer ensalada, ayúdame a escoger el tomate, el limón, la cebolla, se los muestra, se los da y se los pide; descríbale lo que hace.

5) No olvide hablarle en forma sencilla y clara, no trate de imitar la voz de los niños. (F)

Dra. María Luisa Meneses Guevara,
Psiquiatra, máster en neurociencias
Telfs.: 099-412-4880, 228-2909, 229-3720

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