Pelea con su enamorada

15 de Febrero de 2015

Tengo 34 años, fui madre a los 16 y me divorcié cuando mi hijo tenía 3 años, ahora tiene 18. Él está presentando muchos problemas: cuando pelea con su enamorada, la amenaza, llora, dice que no puede vivir sin ella; no le importa hacer el ridículo delante de las demás personas. Además, va a rogar y si así no le hace caso, empieza a hacer problemas a la chica. Lo llevé a la psicóloga y no han existido cambios. Él no escucha razones, pierde la cabeza y es muy bueno. De pequeño siempre ha tenido buen corazón, pero con sus dos enamoradas ha sido lo mismo, siente que sin ellas no es nadie, que está solo, siempre se siente inconforme. ¿Qué puedo hacer? No soporto más esta situación, amo a mi hijo y me duele verlo así.

María,
Machala

Cuando los padres se separan y los hijos son pequeños son los que a futuro pagan las consecuencias de esa separación, ya que un niño por el hecho de saber que papá y mamá están juntos sienten la seguridad de que si pasa algo, ellos están ahí para ayudarlo. Cuando de la noche a la mañana uno de los dos ya no está, experimentan una sensación de pérdida y abandono de la imagen paterna o materna porque creen que su papá se fue y lo deja por no quererlo. La forma de manifestación de eso es llanto, tristeza o agresividad, se reniega por lo que le afecta. También el hecho de ver y ser testigos de gritos, peleas y agresiones físicas de los padres genera una carga emocional entre los padres que es el hijo quien la absorbe para finalmente cuando son adultos o se vuelven totalmente permisivos o completamente agresivos con sus parejas. Asimismo, cuando han vivido una sensación de pérdida o abandono de la imagen paterna o materna, se casan o se enamoran, se aferran a su pareja de tal manera que pierden el control de sí mismos volviéndose agresivos para impedir que los abandonen inconscientemente para no volver a vivir la pérdida que en su gran mayoría no son conscientes de ella. O terminan volviéndose depresivos ante la repetición de una pérdida que la asocia como falta de amor, aferrándose a la persona que dice amar porque en esencia no la ama, sino que la necesita para no sentirse solo o para sentirse querido. Lo que debe hacer con su hijo es buscar ayuda profesional para que con terapias, incluyendo una regresión, pueda eliminar esas cargas emocionales que lleva dentro y no le permiten vivir disfrutando del “aquí y del ahora”. Aun en esta época los padres no concientizan que la base estructural de un niño es la estabilidad o el tratamiento (en caso de una separación) de sus hijos, ya que por el mismo hecho de ser unos niños no pueden entender qué pasa.

Dra. Sonia Toledo López,
Psicóloga clínica. Telf.: 245-2555.

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