Mujer maltratada quiere divorcio

05 de Abril de 2015

El hogar de una amiga muy cercana se ha convertido en un infierno. Ella es profesional, trabaja y con su esposo tienen en común dos hijos menores de edad. Desde hace 12 años él cambió su forma de ser. Al principio utilizaba palabras soeces y ofensivas, pero ahora ya son golpes e insultos de grueso calibre. Con la familia de mi amiga es hipócrita, finge ser un buen marido y buen padre, pero como trabaja en otra provincia cada vez que viene a Quito es para maltratar a mi amiga y a sus hijos. Es maquiavélico y la traiciona con algunas mujeres, porque lo han visto salir de moteles. Ella ya le ha pedido el divorcio y le ha dicho que lo va a denunciar por maltrato físico y psicológico y le responde que si lo hace se va a arrepentir toda la vida y hasta es capaz de matarla.

La desesperada,
Quito

No es una relación sana la de su amiga, lamentablemente han transcurrido muchos años y estos patrones de conducta han sido tolerados una y otra vez, convirtiéndose en círculos viciosos, con falsas esperanzas o autoengaños como “él va a cambiar”, “será distinto cuando los hijos crezcan”, “todo mejorará al cambiar de trabajo o cuando paguemos deudas”, así muchas mujeres optan por llevar estas relaciones tormentosas, es frecuente encontrar este perfil de mujeres “víctimas” en mi práctica clínica diaria. Es una familia disfuncional, un padre ausente física y afectivamente, existe maltrato, violencia hacia la esposa e hijos, falsas apariencias ante familiares y amistades, lamentablemente es bastante común; mujeres que vivencian infidelidad, adicciones, agresiones, maltratos físicos y psicológicos, que argumentan o justifican sus relaciones con conceptos erróneos como no podría vivir sola, qué dirían familiares y amistades, sin ingresos económicos, creen que sus hijos deberían tener a sus dos padres juntos a pesar de que la relación entre ellos ya no funciona. Definitivamente su amiga debe acudir a un centro de auxilio, poner una denuncia, pedir orden de amparo y decidir una separación, sin temores, buscar ayuda de un profesional, realizar su proceso para afrontamiento adecuado, lograr una independencia que le otorgara bienestar, tanto personal como para sus hijos. Cuando ya no existe respeto en la pareja, ni demostraciones de afecto y apoyo, ni tampoco se comparte tiempo ni actividades, deberían buscar ayuda profesional y trabajar por la relación sin esperar a llegar a verdaderas crisis o agresiones. Lo más sano sería plantearse una separación o divorcio, no mantenerse en relaciones malsanas que afectan no solo a la pareja sino también a los hijos. Si está vivenciando una relación de pareja, analice cuán sana y armoniosa es, puede requerir de la opinión de un especialista en terapia de pareja que le ayude a despejar dudas y encontrar soluciones, tomar decisiones y, sobre todo, modificar su situación actual, más aún cuando se encuentra involucrada y afectada toda una familia y no solo la pareja. Con la terapia de pareja se trabajan los siguientes aspectos: tomar conciencia de los problemas que se presentan en la relación. Mejorar la comunicación con la escucha activa y la expresión adecuada de lo que pensamos y sentimos. Recuperar las muestras de cariño y la confianza, mejorando así la intimidad. Que cada miembro recupere el respeto por el espacio personal del otro. Facilitar que ambos miembros adquieran flexibilidad para manejar situaciones. (F)

Dra. Olga Siavichay Vélez
Psicóloga clínica – psicoterapeuta.
Telfs.: (02) 237-8894, 099-786-9440.

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