Miedo a desenvolverse sola
El miedo a realizar cualquier cosa me paraliza y me hace temblar las manos al escribir. Llevo 8 años sin trabajar. Me acostumbré a esta vida y ahora me da miedo buscar empleo. En casa siempre he sido sobreprotegida por mamá y he sufrido abuso emocional de mi expareja.
Pero quiero empezar una nueva vida, ya que tengo una hija de 7 años y el padre no quiere pasar manutención. Quiero tener mis cosas y aceptar mi vida sin miedo, para desempeñarme profesionalmente. Estoy próxima a titularme en educación de párvulos.
Ayúdenme, por favor, porque a veces no duermo y me deprimo pensando en quitarme la vida. Tengo 29 años y no hallo sentido a la vida ni tengo metas ni objetivos ni ánimo de vivir.
Rosa,
Guayaquil
Usted está siendo víctima de abuso emocional, el cual nos señala, fue proporcionado por su expareja. Sin embargo, por la descripción que hace de su ambiente familiar, el abuso emocional ya formaba parte de su vida, desde el seno paterno.
Muchas actitudes de los padres controladores comienzan con conductas de sobreprotección. Con el afán de cuidarla, anulan buena parte de su desarrollo normal como individuo, junto con su criterio para reconocer los límites entre lo que es el amor sano (aquel que procura cuidado y respeto) de aquel que no lo es.
Resulta muy complejo para una persona que se formó dentro de un ambiente de absoluto cuidado y celo comprender que esas conductas puedan ser de algún modo, dañinas para sí mismo. De ahí que el que su expareja haya sido una persona maltratadora es algo que en su momento, usted no pudo distinguir y menos evitar.
Ahora usted está padeciendo de una situación de ansiedad generalizada que la conduce a conductas fóbicas y depresivas, producto de no poder reconocer y diferenciar cognitivamente, aquello que la perjudica.
El maltrato emocional o psicológico se da en aquellas situaciones en las que los individuos significativos de quienes depende el sujeto lo descalifican, humillan, discriminan, ignoran sus sentimientos, someten su voluntad o lo subordinan en distintos aspectos de su existencia, que inciden en su dignidad, autoestima e integridad psíquica y moral.
Ejemplos de maltrato son el abandono emocional, la falta de empatía, la descalificación, la violencia verbal, los insultos, las amenazas, el control excesivo (sobreprotección), la extorsión afectiva, la culpabilización, la presión económica, los sarcasmos, la coerción, las críticas destructivas, el desprestigio de los vínculos del sujeto (descalificación de sus amistades, familiares o pareja), el aislamiento emocional, las burlas y cualquier tipo de castigo que no sea físico.
El maltrato emocional puede venir acompañado de maltrato físico o no, pero cuando existe maltrato físico, siempre se combina con el maltrato emocional.
Las consecuencias pueden ser sentimientos de humillación, vergüenza o culpa, depresión, baja autoestima, inestabilidad del sueño con pesadillas, automutilación, extrema dependencia afectiva acompañada o no de codependencia, anorexia, bulimia y drogodependencia. Se puede en algunos casos llegar incluso a intentos de suicidio.
Estos sentimientos derivan en conductas evitativas de tipo fóbico, desde la fobia social (agorafobia) hasta fobias de todo tipo. Junto con inestabilidad emocional, procrastinación de las tareas y excesivas dudas sobre el propio criterio para la toma de decisiones.
Necesita atención psicológica de manera urgente para ayudarse con este problema y así logre salir de este estado de estancamiento emocional que está minando su existencia. Más aún en su caso, que es madre de una menor, quien a su vez, necesita de su protección y del modelado de su conducta en su respectiva formación.
A la par de ello, le sugiero informarse sobre sus derechos legales, a los que debe acogerse, para exigir el pago de la manutención de la menor, para su cuidado. También puede asistir a las Comisarías de la Mujer y la Familia, que ayudan en estos casos, para que la orienten sobre cómo proceder con su excónyuge. (F)
Dra. Glenda Pinto Guevara,
Psicóloga clínica, especialista TREC (Parejas, Niños, Adolescentes y Adicciones).
Telfs.: 232-4066, 099-961-2322.
