Mi esposa es demasiado celosa

14 de Septiembre de 2014

Quiero que me aconsejen, tengo 30 años y mi esposa 27. Hace casi un año nos casamos y tenemos una bebé de 5 meses. Durante la etapa de novios ella jamás demostró ser celosa, pero ahora de casados me controla y me cela demasiado. Quiere que llegue a la casa a una hora establecida, lo cual no puedo cumplir siempre ya que mi hora de salida es variable. Los fines de semana también me toca trabajar y me molesta que a veces no me crea y llame a mi trabajo para constatar lo que le digo. No quiere que salga a ningún lado si no es con ella, tampoco que use el celular una vez que llego a casa. Incluso peleamos algunas veces porque malinterpreta los mensajes o e-mails que lee en mi celular, por esto decidí ponerle clave, de novios ella jamás hizo esto.

No entiendo por qué ha cambiado tanto, me dice que es porque le importo, pero yo no lo entiendo así, quiero que mi familia esté unida, pero a veces siento que no soy el hombre indicado para ella ya que no cumplo con sus expectativas. Le he dicho que quiero que esto se arregle y le he pedido que vayamos juntos a un psicólogo, yo le soy fiel y me dedico día a día a trabajar para solventar mi hogar. También le dije que si lo del psicólogo no nos ayuda es mejor que tomemos caminos diferentes ya que uno no se casa para vivir una vida llena de reclamos y dudas. Incluso le ayudo con una bebé de 9 años de otro compromiso que tiene y ella no valora eso, temo que si me marcho del hogar mi hija crezca sin su padre a su lado tal como sucede con la otra niña.

Fernando,
Guayaquil

Su preocupación la comparten muchos cónyuges que notan un cambio drástico entre la etapa de novios y el matrimonio. Puede deberse a un exagerado sentido de pertenencia, “nos casamos y ahora eres mío/mía”, que suele encubrir un temor a que se pierda el amor o a quedar abandonado. El casarse equivale a formalizar un compromiso de amor, respeto y fidelidad, pero eso no debe impedir que cada uno siga creciendo en lo individual, esto es: estudiar, trabajar, hacer amigos y salir en grupo. Y no puede sufrirse cada vez que la pareja realice una actividad sin nosotros. Es más, es deseable que cada uno tenga su espacio ya que permite “oxigenar” la relación. Podría deberse, en el caso suyo, a que su esposa haya tenido una experiencia previa de infidelidad del padre de su primera hija, y que algo ocurrió con usted, un cambio de comportamiento, por ejemplo, que la puso alerta, asociando lo actual con un recuerdo. Es buena idea buscar ayuda profesional en estos casos, para evitar que la relación se desgaste entre peleas. Si su esposa no quiere asistir a consulta, usted puede dar el primer paso e iniciar una consejería matrimonial y casi con seguridad ella se unirá después a la terapia. ¡Ánimo! Aún pueden arreglar las cosas.

Cecilia Chávez Bowen de Larrea,
Orientadora familiar y terapia de pareja. Telf.: 099-537-7558, (04) 512-0284.

  Deja tu comentario