Menor sin conciliar el sueño

Lo primero que se debe detectar es si no existe un problema de origen familiar, ya que hay cuadros de tipo hereditario que constituyen un síndrome de cambio de fase en la cual la persona se duerme demasiado tarde y no puede mantener su calidad de sueño. Pero la mayoría de las veces el cambio en la ritmicidad del sueño está dado por un mal hábito adquirido en la cual la persona posterga innecesariamente el tiempo en el que debe iniciar su descanso nocturno, sea por responsabilidades escolares, por ejemplo, o porque permanece demasiado tiempo en otras actividades como ver televisión. Lo que se debe hacer es programar una condición de higiene del sueño que permita a la persona, por ejemplo: no ingerir alimentos demasiado tarde, no permanecer mucho tiempo en actividades durante la noche, no ver televisión acostado en la cama y asegurar una condición de relajación o tranquilidad en las últimas horas de la tarde, además puede ayudar tomar un baño frío a temprana hora de la noche (18:30 a 19:00). No es aconsejable dar mayormente medicamentos, porque se añadiría un nuevo problema de habituación. Pero sí se pueden dar sustancias naturales como toronjil, manzanilla. Si persiste la dificultad y no ha sido por una mala habituación, habría que realizarle un estudio de polisomnografía para descartar un problema orgánico. Otro punto importante es conocer si el niño no tiene sobrepeso, ya que este puede originar trastornos respiratorios durante el sueño que impiden la continuidad del mismo. O si no tiene problemas de tipo alérgicos que obligan a utilizar ciertos medicamentos que pueden alterar la conducta del sueño.

Dr. Pedro Posligua B.,
neuro-psiquiatra.
Telfs: 256-1201, 099-940-8192.