Lleva una vida muy ligera

21 de Abril de 2013

Tengo una desesperación muy grande, tristeza y dolor. Desde mis 13 años llevé una vida muy ligera y tuve a mis dos primeros hijos a los 15 y 16 años, de diferentes padres. Luego a los 18 conocí a un tipo casado y, de tanta insistencia de su parte, estuve con él.

Ambos hacíamos cosas inapropiadas (drogas, alcohol). Al pasar los años se divorció y nos unimos, pero desde ahí comenzó mi martirio, me golpeaba e insultaba, pero seguía con él porque me enamoré. Incluso me fue infiel, pues se iba de viaje, hasta que un día de tanto maltrato me desquité y comencé a serle infiel también; ya para esto estábamos separados mucho tiempo, pero cuando él me vio con mi nuevo amor se dedicó a perseguirme por ocho meses, llorando como un niño. Me juró que nunca más volvería a tratarme así, que no me sacaría en cara este amorío. Buscó a los líderes de la iglesia donde me congregaba y los convenció de que me hablaran para volver con él, por ende nos casamos civil y ante Dios. Sin embargo, a los pocos días comenzó de nuevo el maltrato y a decirme las mismas palabras hirientes de siempre. Ya son 17 años con él y no ha cambiado, y yo he puesto todo de mi parte. Yo merezco tener un hogar decente, bonito y estable, ya nuestro hijo de 8 años asimila todo, y lo malo para colmo. Mis padres y todas las personas me dicen que debo separarme, pero pienso en que no quiero pasar la transición de dolor y depresión, porque ya lo he pasado, y estar sola y sin trabajo me detiene. Por amor a Dios ayúdenme con una solución.


Virginia,
Guayaquil

El comenzar a vivir una vida adulta: tener dos hijos siendo aún una niña, indudablemente son situaciones que la llevaron a vivir otras circunstancias cada vez más negativas, como el estar con un hombre casado que consumía drogas y alcohol, que la maltrataba verbal y físicamente y aun le era infiel. Todo esto hizo que su autoestima disminuya tanto que después de un tiempo se casó con él conociendo lo que era. Él la propuso y usted aceptó esa vida. Han pasado 17 años y usted aún sigue temerosa y pasiva.

Tome fuerzas, repitiéndose ante el espejo que usted vale, y actúe. Busque trabajo, esto le dará seguridad económica, descubrirá nuevos intereses, la mantendrá ocupada física y mentalmente, y encontrará paz y tranquilidad. Piense que no se puede amar a quien golpea e insulta, el amor así muere lentamente. No dice dónde están sus dos hijos mayores, búsquelos y junto con el niño de 8 años formará una nueva familia. Recuerde que usted vale mucho; libérese, trabaje, únase a sus hijos. Esta es la oportunidad para comenzar una vida de madurez, responsabilidad y paz. Si le es muy difícil acuda a un profesional.

Dra. Susana T. de Rumbea
psicóloga clínica Telf.: 288-1875- 098-893-9539.

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