Hipotiroidismo

28 de Abril de 2013

Tengo problemas con la glándula tiroides, pues me han detectado hipotiroidismo. Quisiera saber si es por eso por lo que me duelen los huesos, específicamente el pie derecho, y se me ha inflamado. Fui a un traumatólogo y lo que me recetó no me ayudó. Esto me pasa desde hace meses. ¿Qué debo hacer?

Adrivime,
Guayaquil

 

Creo que no está relacionada la inflamación del pie con el hipotiroidismo. Sin embargo, los dolores musculares y articulares, que tú llamas “a los huesos”, sí podrían ser consecuencias de esa enfermedad; bien sea (1) como manifestación secundaria del hipotiroidismo –si es lo suficientemente severo–, o (2) como un fenómeno acompañante, si la enfermedad de base es una tiroiditis de Hashimoto. Me explico: en el caso (1) los dolores serían complicación directa del hipotiroidismo, como parte del síndrome neuromuscular que a veces complica esa enfermedad. De ser así, los síntomas desaparecerán casi de inmediato después de que se corrija la deficiencia. En el caso (2), si la enfermedad que causó tu hipotiroidismo es una enfermedad de Hashimoto, el trastorno autoinmune original también podría estar atacando las articulaciones. En ese caso el tratamiento debería ser dirigido específicamente hacia la artritis. Las complicaciones neuromusculares y articulares del hipotiroidismo y del hipertiroidismo son poco tomados en cuenta por los clínicos, a pesar de que pueden provocar síntomas muy conspicuos. Hace más de 30 años describí, en una revista que se publicaba en ese tiempo en el IESS, el primer paciente con parálisis periódica tirotóxica (un hombre con crisis repetitivas de parálisis total causadas por un nódulo tiroideo tóxico, que extirpamos exitosamente) y poco después tuve la oportunidad de ver a un anciano, el que me remitió el recordado Dr. Carlos Nébel en la clínica Kennedy, con una severísima rigidez articular (se lo podía alzar como a un gancho de ropa arrugado) que cedió completamente cuando se corrigió el hipotiroidismo. Así, muchas cosas pueden ser las consecuencias de una simple alteración de la función de esa glándula, desde una parálisis generalizada, pasando por una severa artritis, hasta una seudoobstrucción intestinal que provoque una innecesaria cirugía.

Dr. Daniel Barrezueta Narváez,
endocrinólogo-diabetólogo. Telfs.: 228-2909, 229-372.

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