Hermano preocupado

11 de Diciembre de 2016

A mi hermano le cuesta hablar y expresar sus sentimientos y crea realidades paralelas con una compulsión de mentir constante, ya no se sabe qué se le puede creer. Lo más preocupante es que tiende a enamorarse perdidamente de mujeres que no le corresponden; sin embargo, él se convence y quiere convencer al resto de que el sentimiento es mutuo. La familia está muy preocupada y no sabe qué hacer o cómo proceder.

Filiberto,
Guayaquil

Primeramente, debemos establecer las diferencias que hay entre una persona mentirosa y una persona mitómana. Ambas mienten, pero la primera lo hace con una finalidad, sea para defenderse o para protegerse de algo o alguien. Siempre tiene un motivo para no decir la verdad. En cambio, el mitómano es una persona que no puede dejar de mentir, lo hace compulsivamente, sin motivo crea situaciones que en ocasiones son absurdas e injustificables. Es que el mitómano padece un trastorno que le hace mentir irremediablemente y en muchas ocasiones lo hace en forma compulsiva e inconsciente.

Por lo general, las personas que padecen este trastorno tienen una muy baja autoimagen y en el fondo tienen un problema serio de autoestima y con sus fantasías buscan mejorarla. Vivir con ellas no siempre es una experiencia fácil, pues no se sabe cuándo están mintiendo y cuándo no. Sin embargo, necesitan ser ayudadas y para ello nadie mejor que la familia y, de ser necesario, animarles a buscar la ayuda de los especialistas: pastores, psicólogos, psiquiatras.

La mitomanía, como cualquier otra patología, es un trastorno que puede revertirse. No se debe decir a la persona que no se confía en ella, pues es muy sensible y tratará de perfeccionar sus mentiras de modo que parezcan verdad. Hay que escuchar con paciencia, sin juzgar, hasta que termine de hablar; luego hay que confrontarlo con la realidad y usando mucha paciencia.

Es necesario también ayudarlo a mejorar la autoestima y hacerle comprender que su conducta le está haciendo daño a él y a su entorno. Hay que animarlo a aceptar que tiene un problema que puede ser superado, y esto requiere mucha paciencia y comprensión de parte de la familia. No debemos olvidar que la familia es el mejor lugar para reconstruirnos emocionalmente. Gracias por preocuparse por la situación de su hermano, es noble de su parte. (F)

Jorge Tello,
Psicólogo clínico.
Telfs.: 099-592-8334, 230-2997.

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