Familia muy metida

27 de Mayo de 2012

Tengo 32 años y 3 hijos. Quiero que me ayuden a hacer entender a mi familia que estoy suficientemente grande para que me sigan cuidando. Ellos siempre desean saber todo lo que hago y adónde me voy; y si no lo hago comienzan a insultarme o pegarme y estoy harta. No sé qué hacer para que entiendan que no debo pedirles permiso.

Si ellos dicen que no es no y cuando yo me voy aunque me dicen que no, ¡huy!, me dicen hasta del mal que me voy a morir. Incluso me dicen que el día que Dios no quiera si mi mamá se llega a morir, yo voy a ser la culpable de todo. Yo trabajo y tengo mi esposo y ni él me pide tantas explicaciones como mis hermanos y mi mamá.
Elizabeth,
Guayaquil

 

Comprendo su angustia por la situación que está viviendo. Usted debería ser una mujer autosuficiente, pero no ha podido cortar los lazos de dependencia que la atan a su familia originaria. A veces la mejor solución es no esperar el cambio de otros, sino iniciarlo nosotros. Esto se da comenzando por dar un giro a nuestra manera de percibir la situación. No lo especifica, pero, al parecer viven todavía en casa de sus padres y esto contribuye a que ellos sientan que ustedes deben obedecer las reglas de ellos. Hay la ventaja económica y de ciertas ayudas que se reciben cuando se vive con los padres o suegros, pero, por comodidad, se pierde algo vital para la pareja y la nueva familia: privacidad y el derecho a crear nuestras reglas de convivencia.

Creo que quien debe ayudarse es usted misma, conversando con sus familiares y tomando las riendas de su vida. Tal vez teme que para marcar su independencia deba pelear con sus familiares, pero esto no es obligatorio. Depende de la manera de abordar el tema. Le sugiero que converse con su esposo primeramente y reorganicen sus prioridades como pareja y familia.

Luego, reúnanse con sus padres y agradézcanles por su ayuda, pero háganles saber que prefieren seguir adelante con su propio esfuerzo. Esto les va a costar afectiva y económicamente, pero les aseguro que valdrá la pena. Tal vez para animarse a actuar le ayude proyectarse de aquí a un año viviendo en su casa con su esposo e hijos. Si considera que no sabe cómo dar este paso, puede acudir a un especialista en Orientación Familiar para que la guíe en este proceso.
Cecilia Chávez Bowen de Larrea,
Orientación Familiar y Terapia de Pareja. Teléfonos: (09) 537-7558, (04) 512-0284.

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