Extremadamente celosa

28 de Junio de 2015

Tengo 23 años, un estupendo esposo con dos hijos, uno de 3 años y otro de 6 meses. Él estuvo casado, tiene una hija de 5 años y yo mantuve una relación con él sabiendo que tenía su familia, pero a él no le iba bien antes de conocerme. No pensé llegar a formar una vida, pero se dio el caso cuando me enteré de que estaba embarazada. Yo no era celosa, después de que empecé a vivir con él surgieron mis miedos, coraje y arrepentimiento de haberlo conocido. Temo que él me haga lo mismo, hemos peleado bastante, los dos primeros años fueron un tormento, pero yo no me iba de su casa por miedo a estar sola. Me imagino cosas de él, pienso que anda con otra, le reviso hasta la ropa. La verdad no quiero perderlo, es muy bueno, no se merece esa desconfianza, mi falta de madurez no me deja tranquila, quiero cambiar esta actitud para no perderlo. 

Noelia,
Guayaquil

Los celos exagerados pueden ser una manifestación de que algo no anda bien en la relación. En su caso, se originan en la manera en que comenzó su relación con quien ahora es su esposo. Es posible que los sentimientos de culpa hayan estado presentes desde los inicios e inconscientemente esté buscando expiarlos y, por ende, sufrir por ello. Y aunque habría que examinar cuáles son los factores desencadenantes, es claro que los sentimientos de culpa han estado presentes debido al malestar moral que experimenta por haber mantenido una relación con él mientras estaba aún casado con otra persona, teniendo como consecuencia el fin de esa relación. Ahora que usted es quien está en el lugar de la esposa, teme que pudiese pasarle lo mismo.

Los sentimientos de celos son lo contrario a la confianza. Y son un mecanismo de defensa ante la posible pérdida del ser que amamos, ya se trate de nuestra pareja u otra persona querida. Surgen como respuesta a la inseguridad, producto de carencias internas y al miedo de perder el amor, afecto o aceptación de ese otro amado. Actúan como una alerta protectora sobre aquellos a quienes consideramos de nuestra propiedad. Aunque se trate de personas, lo cual es absurdo.

Los celos, si no son controlados y contrastados con la realidad, pueden llevar a una persona hacia manifestaciones psicóticas, haciéndole ver, escuchar o sentir situaciones en las cuales su objeto amoroso estaría en grave riesgo de serle arrebatado o de perderlo.

Este estado emocional puede destruir la relación de pareja y si bien su esposo puede no merecer su desconfianza, es claro que es parte del problema, por lo que deberían atenderse como pareja. Además, debería preocuparse mucho más por las consecuencias dañinas que puede tener en su personalidad una baja autoestima. Pues una persona con esta característica se siente inferior e incapaz de recibir amor y contrariamente a lo que pretende con los celos, que sería retener, más bien aleja a su ser amado, lo que es causa de infelicidad y quiebre de la relación

Los celos son emociones muy desagradables, pero el problema no reside en sentirlos. Para determinar su patología deben tenerse en cuenta varios aspectos, como los siguientes: la intensidad, frecuencia, si tienen una base justificada y la manera en que estos influyen en nuestra conducta.

Si estos aspectos están presentes y afectan su vida, entonces estamos hablando de celos patológicos, que deben ser tratados con la ayuda de un profesional en una consulta psicológica. Pero si no se hubiera llegado a este estado enfermizo, puede acudir a sencillas tácticas psicológicas que le permitan cuestionar sus motivaciones y así equilibrar su estado de ánimo y retomar la armonía en pareja, restableciendo un diálogo basado en la ternura, la comprensión, la tolerancia y el respeto mutuo. (F)

Dra. Glenda Pinto Guevara,
Psicóloga clínica, especialista TREC (parejas, niños, adolescentes y adicciones).
Telfs.: 232-4066, 099-961-2322.

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