Él no quiere que ella estudie
Mi pareja no quiere que yo sea alguien en la vida. Estoy estudiando porque quiero graduarme de tecnóloga para trabajar y hacer juntos nuestra casa. Pero él no quiere, es machista, todo lo quiere para él y nuestra hija; para mí, nada. Estoy cansada de esto, no conversa conmigo, estoy estampada en la pared, soy la última en enterarse de las cosas, reclamo y sale más bravo. Ayúdenme a hacer lo mejor, no quiero que mi hija salga lastimada.
Isabel García
El Triunfo
Estimada Isabel: lo que usted está manifestando evidencia una estructura inequitativa en la relación de pareja, que la está obligando a parametrizarse (adosarse a la voluntad, perdiendo la esencia de uno de los cónyuges), impidiendo una relación de complementariedad (sumar desde las diferencias y complementarse mutuamente).
Es relativamente común en algunos matrimonios esta tendencia a que predomine la voluntad masculina sobre la femenina, pero esto se consolida solo y únicamente si la mujer se somete a ese proceso.
Más aún en la época actual esos paradigmas están superados, en primer lugar por el reconocimiento de la capacidad del sexo femenino en el desempeño profesional y laboral exitoso y en segundo lugar porque la estructura socioeconómica de nuestros países obliga a la complementación salarial de ambos cónyuges a fin de realizar los procesos que consolidan un hogar: techo, alimentación, educación, vestimenta y salud, entre otros.
Mi recomendación es que usted, si mantiene una dosis de sentimiento con su esposo, busque ayuda de terapia de pareja con un especialista, a fin de lograr procesos de mediación y reflexión con su pareja, para preservar el hogar que su hija merece tener.
En caso de que eso no fuera posible, queda en usted tomar las decisiones pertinentes, pues las relaciones matrimoniales solo funcionan desde la equidad, el respeto a la individualidad y el logro de la realización humana de ambos cónyuges. Sin eso, el matrimonio estaría a mediano o largo plazo expuesto al fracaso o al ingreso a un círculo de violencia intrafamiliar con nefastas consecuencias para su hija, para usted y para él.
Creo que usted está haciendo lo correcto al querer estudiar y salir adelante, pero cuidado con que esté desatendiendo sus responsabilidades como madre y esposa. Le comparto este pensamiento, desconozco la autoría, pero ayuda a reflexionar: “Aprende a obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no aprecia tu presencia”. (F)
Mgtr. Liliam Cubillos Andrade,
psicóloga clínica.
Telf.: 099-986-1130.
