Duelo matrimonial

05 de Febrero de 2017

Hace dos años, mi esposa me perdonó una infidelidad de la cual tuve un hijo, pero desde que se retomó la relación es un mar de problemas: indirectas, sarcasmos, dudas, controles, desconfianzas, pero sobre todo despreocupación en el hogar.

No deseo llevar una vida de esta manera, tenemos más de 6 años de casados y no quiero verla así. Hago de todo para que se sienta bien, pero nada la complace.

Xavi,
Guayaquil

Apreciado lector: al leer su carta percibo su angustia y desesperanza al ver un conflicto familiar que parecería no tener una solución. Hace dos años usted cometió una infidelidad matrimonial de cuya relación se procreó un hijo; su esposa lo perdonó, sin embargo, hay continuos reproches y reclamos. Comparto con usted lo siguiente, es importante que sepa que después de una infidelidad matrimonial hay varias pérdidas:

1. Se pierde el proyecto de vida con que iniciaron el matrimonio.

2. Se pierde la confianza.

3. Se pierde la intimidad, refiriéndome al mundo afectivo personal, incluyendo el sexual.

4. Se pierde la seguridad en sí mismo (la autoestima) y la seguridad que generaba la presencia de la pareja en la vida del otro.

Su matrimonio, por lo tanto, se enfrenta a un duelo, situación muy parecida al estado que se vive frente a la muerte de un ser querido, se entiende, se razona, pero el dolor es muy fuerte, las emociones se desbordan y nuestras actitudes se trastocan.

Es muy probable que su esposa esté viviendo su proceso de duelo, son dos años de lo acontecido, seguramente en el primer año solo sobrevivió al shock y en el segundo año empieza a hacer reflexiones y ajustes, pero recuerde, esto es un proceso.

Sería útil conocer si tienen hijos, ya que eso complica más la situación, pues hay más personas involucradas emocionalmente.

También es bueno saber si ustedes como pareja se han sincerado, ¿le ha explicado a ella las razones que lo llevaron a la infidelidad? ¿Ha aceptado su responsabilidad? ¿Han revisado juntos cómo estaba el estado emocional de su relación? Todo esto es urgente exponerlo, ya que para que ustedes generen una nueva relación, todo debe estar claro.

Sin esta fase del proceso no hay una posibilidad de fortalecerse como pareja, solo quedarían verdades a medias y un duelo sin resolver, que es el que genera conflictos y malos tratos cada cierto tiempo.

Finalmente, le hago saber que dos años no es tiempo suficiente para asimilar o superar una experiencia de infidelidad en la que, al procrearse un hijo fuera del matrimonio, se ha rebasado los límites y los acuerdos a los que la mayoría de matrimonios llega: respeto y fidelidad. Le sugiero que tenga paciencia, amor y caridad para su esposa, que debe estar pasando por duros momentos, tenga empatía y viva el día a día sin plazos ni exigencias. (F)

Sonnia Navas Gafter,
Psicóloga clínica, magíster en terapia familiar sistémica.
Telf.: 098-978-4505.

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