Desayunar como rey

11 de Febrero de 2018

Mi esposo de 40 años nunca desayuna. Dice que le cae mal. Sin embargo, siempre escucho que el desayuno es el alimento más importante del día y que se debe desayunar como rey. Incluso que si el cerebro no tiene el mensaje del desayuno desconecta ciertos órganos y estos no funcionan adecuadamente, que por eso la gente enferma, se engorda, se desmaya y que tiene mala memoria.

Quiero saber si esto es verdad y cómo afecta. Tenemos un hijo de 10 años y tampoco quiere desayunar. Estoy muy preocupada.

Josefa,
Guayaquil

La palabra desayuno significa romper el ayuno posterior a las horas de descanso nocturno, tiempo en el que el organismo trabaja y para ello utiliza su reserva de azúcar o glucosa, lo que origina que sus niveles disminuyan.

En términos sencillos, el cuerpo está vacío de su principal combustible en la mañana.

Además, durante las primeras horas del día se realizan las actividades propias del trabajo, por lo que el cerebro consume la poca reserva de glucosa que tiene el organismo, lo que ocasiona disminución de la concentración, memoria, atención.

Igualmente los músculos, incluido el corazón, precisan de la glucosa para funcionar, por lo tanto, a medida que disminuye la glucosa aumenta el cansancio, hambre, ansiedad, irritabilidad, estrés.

Toda esta situación genera más consumo de comida, lo que produce mayor estrés fisiológico de los órganos, por ello, el organismo se favorece con la ingesta de un desayuno saludable que debe contener del 20 al 25% de las calorías totales recomendadas para el día y que incluya por lo menos 3 grupos de alimentos: lácteos, frutas y cereales.

Estos últimos deben ser con predominio de carbohidratos complejos, presentes en cereales integrales, tubérculos, plátanos, debido a que su digestión es más lenta y mantiene la glucosa en niveles normales por más tiempo. Además, se deben combinar con aceite de oliva y evitar el consumo de dulces y productos azucarados, porque sube rápidamente la glucosa y luego se produce una gran caída, lo que genera otra vez hambre y consumo de más azúcar, originando aumento de peso.

Por estas razones, todas las comidas son importantes y su distribución debe regirse por un principio de reparto equilibrado de calorías, considerando que el tiempo entre una comida y otra debe ser de 3 a 4 horas, lo que evita que los órganos se estresen.

Todas las calorías del día se deben distribuir en: desayuno del 20 al 25%, colaciones matutina y vespertina del 10 al 15%, almuerzo del 30-35% y merienda del 25 al 30%, y se debe considerar la calidad de la dieta en todas las comidas.

La felicito, Jennifer por su preocupación, y le recomiendo iniciar la incorporación del desayuno a su esposo e hijo en pequeñas cantidades, preferible de un solo grupo de alimento, puede ser fruta, luego combinar con cereal o lácteo, hasta completar los 3 grupos, e ir aumentando gradualmente la cantidad de ellos para evitar su rechazo debido a la intolerancia.

Dra. Silvia Alejandro de Franco,
Magíster en Nutrición y Dietética.
Telf.: 099-842-3077.

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