Dependencia al sexo

19 de Octubre de 2014

Tengo 25 años y hace más de un año me uní a una mujer seis años menor. La dura vida que hemos llevado en nuestra niñez y juventud (especialmente ella) nos hizo madurar con antelación. Al principio nuestra relación era una maravilla y por parte de ella siempre fue así. Con el tiempo empecé a tomar dependencia del sexo, algo que ella evidenció siempre, pero debido al trabajo y a la rutina esta vez le era más difícil llevar mi ritmo. Fue cuando opté por lo peor, serle infiel.

Ella supo todo lo que le hice a través de las redes sociales y le destrocé el corazón. El punto es que la amo y he tratado de hacer todo lo posible para recuperarla, pues me pidió tiempo. Quisiera aprovechar ese lapso para tratar mi adicción. Incluso, durante este tiempo que nos separamos no he tenido relaciones con nadie y tampoco me masturbo con frecuencia, Pero vuelven los deseos incontrolables de tener sexo. Qué puedo hacer.

Carlos,
Guayaquil

Existiendo la disposición al cambio el proceso que decida emprender será más sencillo, lo que toca poner en práctica es un ejercicio que consiste en detenerse, entender y mejorar. Detenerse no es reprimirse, es poder diferenciar las sensaciones, y actitudes y definir quién es el que controla, si ellas o usted; si lo que siente o piensa es lo que lo hace actuar o parece ingobernable e irrefrenable, plantéese una pregunta: ¿para qué le sirve a Carlos su “adicción o dependencia al sexo”?, vaya revisando las respuestas sin cuestionarlas, solo deje salir las que se le crucen entre sus múltiples ideas y sentires, con eso va a poder ir deteniendo la compulsión o ansiedad que se genera, con eso podemos trabajar el proceso de entender. Existen diversas formas de hacerlo, si relee su pregunta en ella están las soluciones, crear expectativas muy altas en proyectos de vida y de pareja resulta muy complejo y más cuando estas no se cumplen; el nivel de ansiedad es proporcional a las expectativas. Considerar la vida pasada como dura ya le está diciendo su formato de percibir los acontecimientos, es probable que sucedieran circunstancias que no son para nada agradables, pero con lo que se decide cargar es responsabilidad de cada persona.

La visión catastrófica de la vida es una aliada de la dependencia al sufrimiento, y como el acto sexual es placentero con todo lo que esto implica, es más sencillo que se tome como excusa la actividad sexual para compensar el sufrimiento o tristeza que creemos vivir. Mejorar la situación que vive es posible en la medida que se decida a abandonar algunas creencias racionales y sociales sobre su sexualidad y se disponga a modificar hábitos, sin que estos caigan en la restricción o el extremo opuesto, decida sentir y descubra que es quien tiene el control, existe en nuestro cerebro la facultad del autogobierno emocional y hacer uso de él es su decisión, decir que no podemos hacerlo es algo que se llega a creer, si creemos que son nuestras emociones las que nos gobiernan y no nosotros o nuestro amor propio y voluntad, entonces se boicoteará cualquier intento de cambio, al final será usted quien decida. Buscar grupos de apoyo y asistencia profesional es una buena opción, si no está en condiciones de afrontarlo solo, esa decisión al igual que el enviar la pregunta descansa en su capacidad de afrontamiento y responsabilidad, colóquele amor propio a ellas y será más sencillo el transitar de su “recuperación”.

Jorge Luis Escobar Tobar,
Psicólogo clínico. Telf.: 229-0081.

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