Dejarla en una guardería

22 de Febrero de 2015

Deseo empezar a trabajar, ya que a mi esposo no le alcanza para mantenernos a mí y a mi hija, y como no tengo quién me ayude cuidándola, debo dejarla en la guardería una vez que cumpla un año. Me da mucho miedo dejarla porque quizás no se acostumbre rápido, es muy pegada a mí. Tanto que incluso es muy difícil ocuparme de las cosas de mi casa cuando está despierta y tengo mucho más miedo de que le pase algo, que se accidente, que la traten mal. En realidad pienso que son temores un poco locos, ya que he visitado la guardería y me parece segura y que hacen un buen trabajo. Pero yo no me termino de convencer, incluso transmito ese miedo un poco a mi esposo, ya que somos padres primerizos. ¿Qué debo hacer para no sobreprotegerla? También deseo cuidarla, ya que sé que igual debo darle su espacio en algún momento.

N.N.,
Guayaquil

La decisión de una familia de dejar a su hijo en una guardería es difícil, porque hay el sentimiento de culpa al creer que está fallando en el cuidado que debe prodigarle. Pero en los actuales momentos para muchas parejas hacerlo se convierte en una necesidad. En su caso considero que es más fácil elaborar el momento para ese “desprendimiento”, ya que usted se está planteando la necesidad de trabajar y tiene la posibilidad de poder ingresar a su hijo a una guardería por medio tiempo y establecer un proceso de adaptación que debe ser permitido por un centro infantil que vele por la parte emocional del niño; esto ayudará tanto a usted como al niño a establecer un vínculo armonioso que le permita al menor sentirse seguro del lugar donde está y a usted conocer cómo se dan los procesos dentro del centro. Una vez que haya recorrido diferentes centros infantiles, escoja aquel que le da más seguridad. Evalúe todas las alternativas, observe que el lugar cuente con espacios ventilados, amplios, seguros, y con personal adecuado que cubra las actividades apropiadas de acuerdo con la edades de los niños que acogen. Es muy importante que el centro infantil respete las individualidades del menor y que la filosofía de trabajo sea justamente buscar ese clima afectivo que su hijo requiere como prioridad. Una guardería que no permita visitas al entorno antes de matricular a su hijo o en cualquier momento una vez ingresado debería ser descartada de su lista, no existe justificación para que no le sea permitido hacerlo cuando usted lo requiera. Vale destacar que los primeros años de vida del niño son la base de su personalidad y no debemos correr el riesgo de lesionarla. Consulte si el centro infantil elegido le permite ir por horas o el día sábado a realizar actividades, de esta manera también puede ir adaptándolo hasta que haya encontrado la oferta laboral que requiere. Los temores son naturales, pero es muy importante no transmitirlos a su hijo una vez encontrado el lugar que le brinde la seguridad que están buscando, porque inconscientemente es como decirle “no te quiero dejar aquí”, más bien anímelo a querer regresar cada mañana. Cuando encuentre el trabajo buscado es importante la calidad de tiempo que dediquen a su hijo las horas que estén juntos, realice actividades al aire libre o determine espacios y tiempos dedicados a él en casa, recuerde que ustedes como familia deben ir organizando su tiempo en el hogar de diferente manera. Su hijo aprenderá a valorar ese tiempo y todo el esfuerzo que hacen por su bienestar.  (F)

Alexandra Carrera de Gavilanes,
Educadora de Párvulos y directora del Centro Infantil Chikitines.
Telfs.: 258-3142, 098-4134-0000.

  Deja tu comentario