Criticada por ser gorda

17 de Noviembre de 2013

Tengo 20 años de matrimonio y mi marido me ha hecho sentir mal siempre porque soy gorda y se avergüenza de mí. A sus compromisos lleva a otra con él, no conozco ni a sus compañeros de clases ni de trabajo. Eso me ha hecho sentir mal, tengo dos hijos, uno de 10 años y una niña de tres meses. Además, me ha sido infiel algunas veces, pero ahora anda con una mujer que llama a decirme lo que ellos hacen, y él no interviene.

Me quiero separar, pero él dice que no por sus hijos y que no me puede dejar porque tiene un compromiso conmigo, pero tampoco deja a esa persona e incluso se va de viaje con ella. No le importa nada, aparte dice que no me ama, me trata mal y veo que se aprovecha de mí porque lo amo. Quiero salir de esto y no sé cómo. Además, no tengo apoyo familiar, ya que cuando me casé fue en contra de mi familia. Ayúdenme a solucionar mi vida.

N.N.,
Guayaquil

 

Todos tenemos defectos y errores. Pero uno de los peores es solo ver los defectos en el otro y resaltarlos. Más aún cuando ese otro es nuestra pareja, que se supone que nos debería cuidar y proteger.

Noto en muchos momentos de su carta que lo que la lastima en su relación lo toma con cierta pasividad, como si esperara que su esposo hiciera algo. Comenta que le ha hecho sentir mal, que le ha sido infiel, que a sus reuniones lleva a otra. Pero la pregunta es ¿por qué lo ha permitido usted?, ¿qué le ha hecho creer que no tiene derecho a exigir respeto?, ¿qué la convenció de no hacer nada aunque la lastime? Expone que usted se quiere separar, pero que él dice que no por sus hijos. ¿Por qué lo que usted quiere es anulado por lo que él dice? ¿Por qué deja que alguien más decida por su vida? Nadie puede ayudarla a resolver sus problemas mientras usted misma no se ayude, mientras usted misma no se decida a hacer lo que es mejor para usted y sus hijos. Podría empezar reconociendo que tiene baja autoestima y que la debería trabajar cuanto antes en psicoterapia con un(a) especialista.

Creo que otro riesgo que debería trabajar en su caso es la indecisión. Tal vez en el fondo espera que suceda algo que cambie su situación. O su deseo es que su pareja cambie. Lamentablemente, es muy difícil que las personas cambien sin la voluntad de hacerlo. Si usted quiere hacer algo, hágalo por usted y por sus hijos. Primero decida cuál camino tomar sin esperar que el resto la ayude a elegir lo correcto. Toda opción que elija finalmente representará peligros, conflictos, ninguna será fácil. Pero evalúe por qué camino pierde más, qué camino la lastimaría más y por qué camino tiene la posibilidad de una vida más parecida a como la necesita.

Para ayudarse a decidir ponga límites, pero estos límites deberían ser para usted y no para su esposo. Intente hablar con él en un momento de calma, cuando pueda ser más receptivo, y dígale cómo le hacen sentir sus actitudes y que es necesario que cambie para el bien de la relación. Puede incluso sugerirle terapia de pareja. Dependiendo de la respuesta, usted tendrá una razón más para optar por uno u otro camino. Este debería ser el límite del que le hablo, puesto que si no se decide de una vez es probable que pasen otros 20 años de relación en las mismas circunstancias.

Es natural que ahora solo sea consciente de los obstáculos que tiene para actuar, como el hecho de no tener apoyo familiar, puesto que aunque su relación la lastime, esta le ha dado cierta comodidad, cierta estabilidad, y abandonar lo que nos da comodidad produce miedo, y cuando tenemos miedo solo vemos obstáculos. Una vez que usted tenga claridad en lo que quiere dejará de enfocarse en todo lo que le dificulta hacerlo y empezará a ver oportunidades. Busque la asistencia de un psicólogo con quien pueda trabajar en estos aspectos y en su autoestima.

Gabriel Moreno Layana, psicólogo clínico.
Telfs.: 099-732-1160, (04) 502-5734.

  Deja tu comentario