Confusión en la intimidad

03 de Febrero de 2013

Mi esposa es 8 años menor, tiene 67 y el suscrito, 75. En la intimidad somos activos, cuando la estimulo por diversos métodos (caricias, besos...) responde. Sin embargo, ella no me acaricia ni me estimula. En el acto estoy por más de 15 minutos con erección hasta que mi pareja finaliza con orgasmo, pero al ocurrir aquello me inactivo. Mi pareja afirma que tengo disfunción eréctil.

Mi opinión es que como no actúa igual (caricias) ni antes ni después, tengo en mente que ella no se interesa por mí, por lo cual dejo de actuar. Además, creo necesario explicar que cuando doy un consejo a mis hijos mayores o a ella de cualquier asunto, lo subestiman. Me parece que en cierta forma también ello influye en la intimidad, pues relaciono la falta de caricias con falla hacia mi persona, en lo que se refiere a la atracción física y falta de amor. Agradecería nos dé su opinión al respecto.

Roberto,
Guayaquil

Permítame en primer lugar felicitarlo por darle la debida importancia a la vida sexual en pareja, al parecer mantiene un buen vigor erótico que le permite una relativa prolongada erección e incluso actividad coital suficiente para que su compañera alcance el orgasmo. Ello descarta la presencia de una disfunción eréctil orgánica o por alguna enfermedad, sin embargo, su dificultad para continuar o culminar se debe más a factores psicológicos, ya que usted se desmotiva al ver que su compañera no participa activamente, no solo es en el aspecto sexual esa falta de interés, sino en otros aspectos de la convivencia que usted siente que se lo subestima. Intente volver a conversar con ella, no en tono de reclamo o queja, sino comentando lo que usted está sintiendo y sugiriendo una mayor participación de su esposa, posiblemente ella está acostumbrada a como funcionaban antes, cuando usted era más joven, donde no hacía falta esa estimulación adicional que ahora sí necesita; deben saber los dos que la mayoría de personas de edad avanzada requieren de mayor estimulación directa de sus genitales para lograr mantener la erección y alcanzar el orgasmo. En algunos casos resulta muy beneficioso usar fantasías eróticas, como recuerdos de los momentos más intensos que haya vivido con su pareja o cosas que le hubiera gustado hacer, justamente en el momento que desee lograr el orgasmo, evitando así distraerse en otro tema o desmotivarse.

Dr. Germánico Zambrano Torres,
psiquiatra-sexólogo, miembro de la Asociación Mundial de Sexología. Telfs.: 239-4932, 239-0381.

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