Chica descuidada

10 de Mayo de 2015

Soy una chica de 21 años. Mi vida es tranquila, no bebo, no fumo, estudio, trabajo y todo era normal hasta que conocí en la universidad a mi enamorado, con el cual llevo 4 años de relación. Los dos primeros años tuve problemas por infidelidades de parte de él. Esto creó en mí mucha desconfianza, ya que todas sus cosas las hacía en su misma casa. Él es un hombre de 27 años que vive aún con sus padres. Mi problema es que no sé en qué momento cambié tanto. Me convertí en una persona descuidada, pues subí alrededor de 45 libras, yo creo que es porque el único momento en que encontraba paz y tranquilidad con él, era cuando compartíamos la mesa. Con él me olvidé de dieta y todo. Ahora quiero recuperar mi fuerza y mi carácter, pero se me está haciendo muy difícil. Cabe recalcar que cuando lo conocí, él bebía y fumaba bastante, y lo que no entiendo hasta ahora es cómo siendo tan diferente a él llegué a enamorarme en poco tiempo y llegué a perdonar tanto por amor. Las cosas han cambiado con el tiempo, ya no bebe mucho, pero cuando lo hace se pierde del todo, se olvida del mundo, se vuelve un irresponsable. No sé qué hacer. A veces siento que él no merece estar en mi vida. Pero lo amo mucho y se hace muy difícil terminar esta relación. Necesito un buen consejo y que sea concreto.

Eliza,
Guayaquil

Cuando se tienen 21 años es el comienzo de una vida, una vida que puede ser llena de alegría y paz. Cada persona decide el futuro que desea. Usted parece ser una chica que es responsable con sus obligaciones, pero no lo es con su vida afectiva, porque el hombre del que dice estar enamorada le está haciendo daño tanto físicamente (aumento de peso), como emocionalmente.

El primer paso es reconocer, y usted lo ha hecho, que no se merece este tipo de vida, el amor a veces se confunde con la costumbre (4 años de relaciones) y con la dependencia, sobre todo la dependencia emocional. Recuerde cómo era usted antes de conocer a este hombre, cómo distribuía su tiempo, qué hacía para entretenerse, qué deportes practicaba, qué amigas tenía, y regrese a ser lo que era.

Él sigue bebiendo y cada vez sus sufrimientos aumentarán. Debería fijarse metas, objetivos, planificar un proyecto de estudio o trabajo. Si puede viajar, hágalo. Socialice con amigas anteriores y nuevas. Vaya a un gimnasio, corra, camine, siga cursos de bailoterapia. También practique o aprenda un idioma. No se quede sola, busque compañía, el hablar con alguien, y mejor si es una buena amiga, es excelente. Si a pesar de todo esto vienen pensamientos sobre esa persona, no se quede meditando o recordando, esfuércese por pensar en otra cosa, no se quede encerrada, salga. Leer es algo maravilloso, cómprese un buen libro y lea. Practique algo que le guste: pintar, coser, cocinar, etc., manténgase ocupada. Recuerde los malos momentos que ha pasado con esta persona.

Piense: yo valgo, no merezco este sufrimiento, soy fuerte y voy a cambiar. Si necesita ayuda profesional, acuda a un especialista. Yo sé que podrá vencer y después se felicitará por la resolución que tomó. (F)

Susana Torres de Rumbea,
Psicóloga clínica.
Telfs.: 288-1875, 098-893-9539

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