Borracho y pegador

21 de Septiembre de 2013

Tengo 43 años y dos hijos de 22 y 11. La niña tiene retraso motor. Desde hace seis años nos separamos y fue la última agresión física que soporté. El hombre que escogí como esposo y padre de mis hijos fue una persona manipulada por sus padres, mujeriego, borracho y pegador. En ese trayecto de separación hemos estado regresando y separándonos. Pero ahora todo lo hace sin respeto.

No le importa nuestro hijo mayor, y para la niña tengo que insistirle para los gastos, a pesar de que por el juicio de alimentos debe como seis mil dólares. Deseo salir de esta situación, siempre sale con una promesa que le dura tres o cuatro días y finaliza. Mi hijo mayor no vive en mi casa. No desea saber nada de relación fija. Cree que lo que hace su padre está bien. Tengo miedo que mi niña vaya a creer que es normal una relación así.

Cinthia,

Guayaquil

 

Decirle que el miedo no es buen consejero podría ser redundante ya que usted seguramente lo sabe, pues es algo que aprendió al igual que lo que relata es parte de un guion social repetido en el que las creencias suelen arrastrarse y arrastra a las personas a sostener actitudes inadecuadas para un convivir en armonía y con amor, uno crea lo que cree. El terminar una relación de pareja que es responsabilidad de dos personas, elegirse y coconstruirla, implica un nuevo inicio y para eso hay que hacer un nuevo proyecto de vida. El padre de sus hijos es un referente para ellos y usted también lo es, por ende van a existir lealtades a sus comportamientos, y para reeducar a su hijo al respecto hay que hacer una revisión con amor para establecer lo que se quiera mejorar, entendiendo que no se puede cambiar a las personas solo por leyes o sanciones que se impongan. Para que exista un cambio hay que asumir de manera consciente y decidir qué se quiere mejorar o cambiar, así que no espere que solo con la imposición de una sanción judicial se dé un cambio en las estrategias de vida que su expareja posee. Al expresarse promesas y usted creerlas está manifestando una necesidad de cambio en él, eso no ayuda en mucho a su mejoría ya que por lo que usted manifiesta, esto no se cumple y sostiene; aplicando estrategias con amor es mejor hacer compromisos de vida diarios y así se evitan frustraciones, las expectativas que se crean en aquellas promesas dadas y luego incumplidas los extravían a ustedes como adultos y seguramente confunden a sus hijos, quienes aprenden de la forma en que actúan, ahí cabe detenerse, entender y mejorar por parte de usted, y en caso de que él lo quiera hacer, buscar una asesoría externa para que los ayude a aclararse tanto en su rol de pareja como padres. Luego de ello podrán sentarse con su hijo e hija y aportar en sus vidas desde las reflexiones conseguidas en sus procesos de mejora de actitudes y creencias, eso les dará tranquilidad y seguridad para que sus hijos construyan un plan de vida mejorando en relación con su historia pasada de vida, como hay historia de violencia en su vida es mejor que la asesoría sea profesional.

Jorge Luis Escobar Tobar,

psicólogo clínico.


Telfs.: 229-0081, 09-957-2563.

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