El profesor ‘youtuber’

11 de Junio de 2017
Marta Ycaza Oehlke

David Calle, maestro español nominado por sus alumnos al premio internacional Global Teacher Prize 2017, en el que quedó entre los 10 finalistas, habla sobre su éxito en el aula y en internet.

Agarra el micrófono ante 500 asistentes al Foro de Educación realizado en Vigo, España, el pasado 27 de mayo, y lo primero que dice es que sufre de pánico escénico a pesar de haber estado ya muchas veces en situaciones semejantes, y que por favor lo disculpen si hace alguna tontería. Toma un poco de agua y comienza a hablar sin puntos seguidos, sin comas, sin puntos aparte. Como decimos en Ecuador: en carretilla. Sin embargo, despierta mucha simpatía, capta la atención de todos.

Dice que sabe que lo han catalogado entre los diez mejores profesores del mundo y, riendo, indica que nadie puede elegir eso, pero a su madre le encantó esa noticia. Carcajada general.

“Soy ingeniero, pero diferentes circunstancias me llevaron a ejercer de profesor y ese fue mi mayor descubrimiento. Me di cuenta de que mis alumnos aprendían, se conectaban conmigo, podía sacarlos adelante cuando tenían dificultades. Y lo mejor es que se mantenían entusiasmados. Ahora mi pasión es enseñar. Tengo mi propia academia, pero lo que me llevó a abrir un canal en YouTube fue el deseo de que todos pudieran tener acceso”.

Muchos alumnos en una época de crisis dejaron de asistir a clases y otros querían explicaciones los fines de semana, rememora. “El tiempo no me alcanzaba para atenderlos. No estoy diciendo que un video pueda reemplazar al profesor presente, pero ayuda mucho a reforzar, a que cada uno se tome el tiempo que necesite. Habrá algunos que lo repitan cinco veces, otro que lo detengan y vuelvan sobre algún aspecto, cada cual según sus necesidades”. ¿Cuál es su secreto para tener millones de visitas?, le preguntan a menudo. “Pues no hay recetas mágicas. Yo pongo energía, pasión en lo que hago. Se trata de dar todo de ti”.

La motivación de David al abrir Unicoos, un canal de Matemáticas, Física, Química y Tecnología, fue totalmente altruista y sigue siéndolo. Sus clases virtuales son totalmente gratis. Realmente me asombra que alguna empresa no lo apoye todavía. El sustento económico lo obtiene a través de su academia.

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El video de prueba se lo mostró a un ‘chaval’, quien lo desaprobó. “Claro”, dice, “tenía razón, porque hablaba no siendo yo. Saludaba muy formalmente: Hola, amigos (intentando ser pausado y serio). Entonces decidí ser yo mismo y todo fue fluyendo. Además, trato de acercar las ciencias a las pasiones de los chicos”.

Por eso, para hablar de las oscilaciones aparece por un momento el Hombre Araña. O Thor el dios del trueno, tomando el mazo por el centro para asestar un golpe. La pregunta es: ¿qué hubiese pasado si lo cogía por el extremo? “Se pueden explicar leyes físicas sin aburrirse. Las ciencias no son un ‘rollo’. Están en el mundo que nos rodea. ¿Para qué sirve una división? Para que no nos engañen en una oferta. Los chicos están desconectados, desmotivados, desorientados, porque lo que muchas veces ocurre en el aula no tiene nada que ver con el mundo real. Se suelen frustrar. La motivación es el punto clave”.

Hay una frase que le gusta: “Si haces lo que siempre has hecho, nunca llegarás más lejos de donde has llegado. En la academia enseño a trabajar en equipo. Descubren qué cosa hace mejor cada uno. Se trata de dar una vuelta a la clase, cambiar la forma en que se imparte habitualmente. No hace falta ser el mejor en Matemáticas. Por ahí dentro del grupo hay uno que sobresale en dibujo, pues ese hará el gráfico. A otro le gusta exponer, pues ese hablará… y así nadie se siente inferior. Se consideran importantes, únicos y respetan al otro, porque a fin de cuentas antes que ser cualquier cosa se trata de ser buenas personas para ser felices. Ser feliz no consiste en ganar mucho dinero: lo somos al hacer lo que nos apasiona”.

Entre público, una señora dice que ella es profesora y madre de tres hijos, y que una de las hijas le encargó que no se olvidara de agradecer a David por todo lo que hace por ella. Que gracias a sus videos aprende.

Finalmente, el profesor ‘youtuber’ nos deja con una reflexión atribuida al poeta y dramaturgo irlandés W. B. Yeats: “Enseñar no es como llenar un cubo, sino como encender una hoguera”. (F)

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