Resiliencia en la adversidad

Por Carlos Muñoz Gallardo
15 de Diciembre de 2013

Existen diversas situaciones laborales e incluso personales que generan un desgaste interior y pueden generar estrés, abatimiento y frustración. El término resiliencia hace referencia a la capacidad de afrontar situaciones adversas. La falta de resiliencia tiene manifestaciones concretas en el trabajo, tales como falta de tenacidad para lograr los objetivos, reacciones explosivas ante situaciones de tensión, o resignación pasiva frente a eventos que nos sobrepasan. Es común encontrar en los miembros de la empresa actitudes que evidencian falta de madurez, asumiendo un rol de víctimas ante situaciones que consideran injustas, o echándoles la culpa a terceros de faltas propias.

Es necesario aprender a afrontar las dificultades desde la virtud de la fortaleza, identificando aquellas situaciones laborales que nos suelen llevar a la impaciencia, desánimo o frustración. Por ejemplo, si una persona suele ser irritable, tiene que identificar las razones y situaciones en las que suele tener poca tolerancia o en las que reacciona impulsivamente. Conociendo estos mecanismos, podrá en lo posible anticiparlos y prepararse adecuadamente sin reaccionar impulsivamente.

Debemos también ejercitarnos en realizar actos pequeños que vayan forjando nuestra voluntad en las situaciones cotidianas. Por ejemplo, preocuparse por algún asunto de un compañero de trabajo, incluso cuando nos sentimos cansados o agobiados. Estos pequeños actos tendrán un efecto multiplicador dado que la fidelidad en las pequeñas cosas nos va preparando para las más grandes.

Adicionalmente, es fundamental ir adquiriendo una visión trascendente que permita darles un recto sentido a las adversidades. Las frustraciones o aparentes fracasos presentan la posibilidad de purificar y encaminar rectamente nuestra visión de la realidad. Por ejemplo, en una situación dura, como es el caso de una pérdida económica, podríamos preguntarnos: ¿Qué debemos reorientar en nuestra vida? ¿Qué valores deben ser jerarquizados de manera distinta? ¿Qué virtudes se nos pide vivir en dichas situaciones? Personalidades templadas en la adversidad brindan un carácter diferente a las empresas, proporcionando una fuerza interior capaz de resistir las tribulaciones y ayudando a las organizaciones a mantenerse en la ruta adecuada, incluso en situaciones y coyunturas adversas.

carlosmunoz@humane.edu.ec

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