¿Con qué lente ven los hijos la vida?

Por Ángela Marulanda
20 de Mayo de 2012

Con todas las dificultades y calamidades que hoy agobian a buena parte del mundo los padres de familia nos preguntamos qué podemos hacer para no contagiar a nuestros hijos del pesimismo que a ratos nos invade. Por difícil que hoy sea presentarle a los niños un panorama halagador, hay que procurar que ellos tengan fe en el futuro y puedan ver los aspectos positivos de la vida.

El lente con que los niños miren la vida será del color con que la veamos sus padres. Y por eso, está en nosotros alimentar sus temores señalando las desgracias o alimentar su gratitud contando nuestras bendiciones. Podemos hablarles de las calamidades que nos acongojan o las ventajas con que hemos sido favorecidos; podemos enterarlos sobre la incompetencia de algunos gobernantes o sobre la valentía de los que sufren pero siguen luchando a pesar de todo; podemos mostrarles todas las calamidades que vive el país o hacerles ver que deben prepararse para ayudar a remediarlas; podemos atemorizarlos con los peligros o ayudarles a reconocer sus fortalezas para vencerlos; podemos animarlos a contribuir o enseñarles tan solo a recibir; podemos orientarlos a buscar culpables para justificar sus errores o a que asuman sus responsabilidad y encuentren soluciones; podemos animarlos a ver los obstáculos como desafíos para mejorar y los fracasos como oportunidades para aprender; y podemos ser un modelo de todo lo bueno que queremos ver en ellos dándoles siempre lo mejor de nosotros mismos. De esto dependerá que se conviertan en espectadores de los problemas o en protagonistas del cambio, y que se rindan ante las dificultades o que aprendan que las nubes son pasajeras y detrás de ellas siempre está el sol.

Lo que hoy necesitan con urgencia los niños es un lente más positivo para ver la panorámica de su existencia. En la medida que les sembremos confianza en sus capacidades y determinación para alcanzar sus ideales, podrán asumir con esperanza el reto de construir su vida con un propósito productivo y no asumirla con una actitud defensiva. Así podrán vencer las dificultades que se les atraviesen en el camino, y tener la fortaleza para dejar de ser parte del problema para convertirse en parte de la solución.

www.angelamarulanda.com

  Deja tu comentario