Técnicas de maquillaje: contouring, strobing, chroming y baking

10 de Abril de 2016
  • A través del maquillaje se busca acentuar la luminosidad del rostro y disimular otros puntos para generar una imagen armoniosa.
  • Joaquín López Patterson, maquillador profesional argentino en plena acción.
  • La técnica de ‘cocinar’ o baking, consiste en aplicar polvos sueltos sobre ojeras, nariz y frente y dejar por unos minutos que se funda con el corrector y base líquidos.
  • Contornear el rostro, o contouring, significa iluminar las partes salientes del rostro y dar sombra a los rasgos a disimular.
Ana María Maya, desde Londres

En las redes sociales se difunden un sinfín de técnicas de maquillaje. Especialistas del rubro explican en qué consiste cada una de ellas.

Últimamente leemos sobre contouring, chroming, baking y otros tantos nombres que tratan de simplificar una rutina de maquillaje, aprovechando al máximo los cosméticos.

Según Joaquín López Patterson, maquillador profesional argentino, las técnicas mencionadas ampliamente en internet fueron durante muchos años de dominio profesional. Sin embargo, ahora surge la necesidad de crear metodologías para realizarlas: “Lo ideal es que la mujer moderna pueda adaptar o tomar de las técnicas y tendencias lo que más le sirve según sus necesidades y estilo”, asegura Joaquín.

Viendo la proliferación de canales digitales para promocionar productos de belleza y sus formas de aplicación, hay profesionales que se han sumado a esta oleada y comprenden las necesidades de sus clientes.

Inmediatez y curiosidad. Vanesa Serra, maquilladora argentina y autora del blog Stardoll Estudio, lo menciona. “Si bien los maquilladores utilizamos técnicas profesionales para las diferentes aplicaciones de productos, las consumidoras desarrollan sus “propias técnicas” movidas por la practicidad a la hora de maquillarse. También hay mucho de tendencia que hoy por hoy, en la era digital se viraliza de manera casi inmediata”, dice Serra.

¿Qué hay que saber sobre estas técnicas?

Que existen en el maquillaje desde tiempo inmemorial. Y que se trata nada más y nada menos que de dar luces y sombras en el rostro, para lograr corregir los rasgos o resaltar los mismos. Quizás la novedad sea la amplia gama de productos que ahora nos ofrece el mercado para realizarlas, cosa que años atrás no teníamos.

Contouring: Es el arte de trabajar las luces y las sombras del rostro con maquillaje dando énfasis al volumen, “contorneando” y perfilando sus bordes con colores más oscuros (tonalizadores) y destacando sus partes salientes con colores más claros (iluminadores). Mediante la utilización de luces y sombras podemos modificar en el rostro lo que deseemos en cuanto a proporciones.

Strobing: Esta técnica pone el foco principal en la iluminación de ciertas partes del rostro: frente, pómulos, nariz y pera, tanto con colores claros como con productos que poseen un brillo satinado que refleja más la luz. Los puntos más oscuros se revelan simplemente por el contraste con los iluminados.

Baking: Se basa en descargar una importante cantidad de polvo volátil en las zonas que deseamos fijar el maquillaje (ojeras, nariz, frente) y dejarlo actuar por un largo rato. La técnica se llama Baking porque con la temperatura del cuerpo y el maquillaje en crema que hayamos colocado por debajo (base/corrector) el polvo se “cocina” y queda fijo por más tiempo.

Chroming: Se utilizan labiales para realzar la luz del rostro. Creada por Dominic Skinner, Senior Artist de MAC, en esencia es lo mismo que el strobing, pero en vez de utilizar un iluminador se utiliza un labial. El boom de esta tendencia comenzó cuando Dominic colocó un labial muy particular, “All I want” de MAC (un tono nacarado parecido al champán, inspirado en Mariah Carey) en los pómulos y zonas salientes del rostro, donde iría el iluminador tradicional, para dar un efecto húmedo “cromado” que refleja la luz en la piel.

Ambos especialistas recalcan la diferencia entre los resultados de un maquillaje realizado sobre la base de un tutorial o por un profesional: el último se puede fijar en aspectos como la calidad de los productos, la colorimetría de la persona y qué rasgos resaltar.

También recomiendan los cinco productos infaltables para la rutina de belleza: máscara de pestañas, corrector de ojeras, brillo labial, rubor y delineador de ojos. (I)

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