Revelaciones artísticas
La diseñadora quiteña Lía Padilla se destaca con sus estilos dramáticos en una competencia internacional.
La moda tiene muchas interpretaciones. Su dimensión funcional es la más elemental y amplia. Sus visiones artísticas, en cambio, proponen conceptos de belleza que trascienden las normas y los territorios.
Estas revelaciones estéticas son el corazón del trabajo de la diseñadora quiteña Lía Padilla, quien presentará su colección Blood (Sangre) en la competencia Arts of Fashion, organizada por la fundación con el mismo nombre en San Francisco.
Las piezas estuvieron en Samborondón y Quito el año pasado en las ediciones del Designer Book. Quienes asistieron a estos eventos podrán recordar esta inspiración en escarlata y lienzo desnudo, con texturas superpuestas y volumen asimétrico en capas irregulares.
“Es mi primera colección a nivel personal. Está inspirada en un factor que estuvo presente durante toda mi vida, mi nariz sangraba con frecuencia”, explica Lía. Esta muestra de manchas, desplegadas como alas de mariposa y otros elementos, no solo moldeó sus inicios en las pasarelas locales, sino que también se adapta a la temática de la competición internacional este año, la transgresión.
Arts of Fashion es una entidad que hace más de diez años busca promover y premiar la creatividad y la imaginación impulsando a talentos emergentes de todo el mundo, sobre todo en etapa de estudios, y poniéndolos en contacto con agentes de la industria y de diferentes ramas. El propósito del concurso anual es premiar las ideas de moda que se vinculen con las artes dentro de conceptos abstractos y subjetivos.
Para el concurso, Lía presentará dos piezas representativas de Blood, un vestido compuesto de un corpiño realizado en cerámica y otro que simboliza el concepto de las manchas rojas. Ambos incorporan la idea de un cuerpo fragmentado en recuerdos, simbolizados justamente en piezas de cerámica.
“Trabajé con técnicas de teñido natural que se utilizaban antiguamente en la región para vincular la obra al lugar de donde vengo”, agrega. “Tengo claro que quiero especializarme en alta costura porque disfruto del trabajo manual y quisiera vincular ese aprendizaje a técnicas ancestrales de la región”.
Lía cursa el último año de Diseño de Modas de la Universidad Tecnológica Equinoccial. Su trayectoria formativa además ha sido autodidacta, lo cual la ha ayudado a establecer un estilo dramático clarísimo. Esto es notable en el vestuario que diseñó para la presentación de la Ópera iO (dirigida por Caspian Es). “Gran parte de lo que soy hoy lo descubrí trabajando en ella, por ejemplo, mi pasión por el volumen y las texturas”.
Añade: “En mi mente crear ropa es un trabajo artístico y en ese sentido busco generar sensaciones, creería que mis diseños funcionan para todos quienes quieran sentir algo”. Por eso señala no estar interesada en las tendencias. “Para mí, la moda es como alguna vez Yamamoto dijo en una entrevista: Es como el aire, no tiene influencia”.
Lía se otorgó la oportunidad de ser parte de los tres latinoamericanos que representarán a la región, dentro de las propuestas de un total de 50 países. La pasarela se celebrará en octubre en el Museo de Arte Asiático de San Francisco. “El concurso para mí significa una oportunidad increíble de crecer y aprender (…), estoy segura de que mi colección podrá representar a un país que tiene mucha riqueza”.
Hasta el encuentro, están en marcha otros de sus proyectos, como la venta de prendas exclusivas de la colección Sangre, una línea artesanal de vestidos bordados a mano junto a un grupo de mujeres indígenas y el desarrollo de su siguiente serie, Nila, inspirada en los recuerdos sobre su tía abuela. (G. Q.)