Los tenis sin lona ni piel

14 de Diciembre de 2014
The New York Times

Hablando del sporty look: zapatos deportivos eco-amigables se fabrican con un material parecido al papel.

Quien mira por primera vez los tenis diseñados por Steven Weinreb se queda perplejo: son muy ligeros con un aspecto genial. Y están hechos de papel.

De hecho, están fabricados de Tyvek, un material ligero como el papel, pero resistente al agua y relativamente recio y transpirable. Weinreb vende en zapaterías en todo EE.UU. y en línea, por medio de su empresa Civic Duty, en Nueva Jersey. Sus ventas suman alrededor de ocho millones de dólares desde su fundación en el 2009.

Si ha asistido a un evento donde usó una banda en la muñeca para reentrar, entonces ha utilizado el Tyvek. Creado por DuPont en 1955, está hecho de fibras de polietileno de alta densidad y originalmente se usaba, y se sigue usando, en etiquetas y forros para libros, en trajes protectores, banderines, cubiertas para carros, entre otros.

Hoy los diseñadores hacen zapatos, bolsas y otros accesorios con él. Incluso, las compañías de zapatos para correr han estado reduciendo el peso del calzado atlético, y Nike utiliza ahora hilo de poliéster en sus modelos ligeros.

“Lo llamo tecnomoda con sensibilidad y sustentabilidad”, dice Shawn Grain Carter, profesora de Administración de Marketing de la Moda en el Instituto de Tecnología en Moda. “Ahora tienes esta conciencia de no solo la moda por la moda, sino la moda para proteger el ambiente”, comenta. “El Tyvek satisface ambas cualidades. Es postindustrial. Es futurista. Es posmoderno”.

¿Negocio ‘redondo’?

Civic Duty comercializa sus tenis de Tyvek como apropiados con el ambiente. También recicla el calzado de sus clientes en centros especiales para darles nuevos usos, (para reciclar, hay que mandar de regreso las zapatillas usadas).

Uno de sus competidores siguió un camino parecido: Unstitched Utilities. Sus tres cofundadores se conocieron cuando trabajaban en Fila. “El Tyvek es un material difícil de trabajar”, dice Jack Steinweis, uno de los creadores. “Pero tuvimos la información correcta”.

La compañía empezó a hacer sus tenis de Tyvek en China, porque no encontró en EE.UU. una fábrica dispuesta a trabajar con Tyvek o que lo haga en forma costeable (los de Civic Duty también se elaboran en China). Las zapatillas se venden entre $ 50 y $ 135 dólares el par.

El tercer competidor en el mercado es Unbelievable Testing Laboratory, de Token Hu. Él dirige su publicidad a hombres entre 23 y 35 años que “trabajan en espacios de diseño, tecnología e ingeniería”, dijo Joseph Constanty, un socio.

Sus tenis pesan menos de una libra el par, más ligeros que muchos de los tradicionales para correr, así como de otros informales, como los de marca Converse Chuck Taylor.

Los dueños de las compañías estiman una duración aproximada de un año para sus zapatos, similar a los fabricados con materiales más típicos. Pero hay dudas sobre la sustentabilidad ambiental del Tyvek. Después de todo, está hecho de fibras plásticas. Y no es tan fácil que los consumidores reciclen los tenis.

Carter reconoce que el material tiene limitaciones. Pero ve que son atractivos para la generación milénica, dispuesta a arriesgarse. “Lo verán como arte; también como funcionalidad. Será una venta fácil en ese segmento demográfico particular”. (I)

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