Creatividad pelirroja: Grace Coddington
Grace Coddington, la mente creativa de Vogue (EE.UU.), se distancia de esa revista tras 30 años de trabajo. Pero su creatividad no se detiene.
Buena parte de la moda de hace medio siglo ha sido moldeada por esta pelirroja de 74 años, aunque no lo parezca. El objetivo de su oficio ha sido recrear los sueños de un mundo más hermoso y romántico, gracias a la alta costura en fotos y editoriales de moda, enamorándonos de París o de los cuentos de hadas, quimeras que han sido impresas en la emblemática Vogue, la ‘biblia’ del universo fashion y modelo para otras revistas.
Este personaje es Grace Coddington, la mente creativa detrás de las producciones de moda de Vogue Estados Unidos y mano derecha de Anna Wintour, su editora en ese país. Por 30 años su trabajo (como directora creativa, estilista en jefe y editora de modas) ha consistido en narrar historias con las imágenes, demostrando así que la moda es mucho más que la elección de un vestuario, sino la crónica de algo alegre, misterioso o nostálgico.
Pero ahora, Grace ha decidido dar un paso fuera de esa publicación para dedicarse a campañas comerciales y otros proyectos. Sí producirá al menos cuatro editoriales de moda al año para Vogue y conservará su oficina, todo esto como directora creativa externa.
Dice: “Uno de los aspectos de mi trabajo que más me interesa es darle a la gente algo con lo que soñar, igual que soñaba de pequeña mirando fotografías. Todavía tejo sueños y me inspiro en todo lo que puedo, buscando la parte romántica del mundo real, no del digital”.
Moda, toda la vida
Grace nació en 1941, en Gales, donde sus padres dirigían un hotel. A los 18 años se mudó a Londres, buscando su independencia. Allí estudió modelaje y así empezó a ganarse la vida. “Parecía el modo perfecto de fugarme a un mundo de riqueza y emoción, la oportunidad de viajar y encontrar personas interesantes. Además me encantaba ver ropa bonita en bonitas fotografías, y ahí soñaba con estar”, rememora.
Pronto se convirtió en una figura muy solicitada en los años 60. Fue la musa del peluquero Vidal Sassoon, quien experimentaba sobre su melena, y apareció más de una vez en la portada de la Vogue británica. En esa edición inició su carrera como estilista, en 1968, pues como modelo había aprendido maquillaje y estilismo. De esa forma empezó a gestarse como un referente de la moda.
Aunque abandonó Vogue en el 87 para trabajar con Calvin Klein, regresó al año siguiente cuando Anna tomó la dirección de la edición estadounidense y le propuso unirse a su equipo. Desde ahí, la histórica dupla no se había separado, hasta hoy. Acaba de lanzar este año su perfume Grace, con la casa perfumista Comme des Garçons; y la firma de joyas Tiffany anunció una colección con su colaboración, ligada a la creatividad y a la idea de seguir soñando despiertos.
Lecciones de estilo
El aspecto de Grace muestra que no hace falta ser estridentes para proyectar una identidad única. Kari Estrada, autora del blog Your mother should know, rescata cinco enseñanzas de estilo que la pelirroja revela con su imagen:
Menos es más. La practicidad y la funcionalidad son prioridad para una personalidad relajada.
Estilo propio. Encuentre un estilo y no lo suelte. La repetición crea una imagen distintiva.
Las tendencias no dominan. Tiene mucho más impacto la consistencia de lo cotidiano que las cosas brillantes pero pasajeras
No ser como los demás. Respete su estilo propio, así sea raro, clásico, recargado o minimalista.
Es más que cómo se ve. Uno es mucho más que su look. Lo bueno del interior irradia y afecta cómo uno luce por fuera. Por eso, siempre es mejor ser que parecer. (I)
Uno de los aspectos de mi trabajo que más me interesa es darle a la gente algo con lo que soñar, igual que soñaba de pequeña mirando fotografías. Todavía tejo sueños y me inspiro en todo, buscando la parte romántica del mundo real, no del digital”.