Machaleña salerosa

10 de Febrero de 2013
Texto y foto: Mauricio Torres mt@mauricio-torres.com

 

Se queja de no poder caminar por las noches en Guayaquil, por la inseguridad. Sin embargo, la encontré en un callejón (bien iluminado, no sea mal pensado) de la Kennedy lista para irse ¡de fiesta! Ella es una odontóloga con corte de cabello de la era del jazz, que lleva puesto un short Ramonero y una camisa turquesa.

¿O sea que eres doctorcita de los dientes?

Sí.

Tienes que oler el mal aliento a las personas.

¡Eso y más! La saliva, la sangre…

¿Qué onda con tu facha? ¿Adónde te vas con ese jean lleno de tachuelas?

Acá, voy a salir a caminar con unos amigos. Nos vamos a un bar ya en un rato.

Pensé que te ibas a hacer ejercicios.

¡No! Me gusta conocer Guayaquil, pasear por el Malecón y terminar por el cerro. A algún bar por ahí.

¿No eres de acá de Guayaquil?

Soy de Machala.

¡De la Chala! ¿Bananera?

Sí, pero antes viví acá casi siete años.

Entonces ya eres ‘guayachaleña’

No, ni tanto. Pero ahora que estoy de vacaciones quiero conocer de nuevo Guayaquil.

¿Siempre que sales te vistes así?

Siempre tiene que haber algo especial. Hoy salí con zapatos cómodos, con algo de onda. Por ejemplo, estos shorts son reviejos.

Con esos shorts no puedes pasar por un detector de metales. En el aeropuerto te han de decir: “sáqueselo”

¡No! (risas) ¡Sáquese eso y modele!

Está chévere tu corte de cabello también. Flequillo, corto, medio lacio, medio churro.

¡Es natural! Aunque me lo corté antes más pequeño. ¡Ahora está más largo! Fue improvisado.

Ese cabello, labios rojos… pareces sacada de una foto antigua. ¡Típica foto de la abuela!

¿De los años veinte?

Ok, esa sería la bisabuela. ¿Por la humedad no se te hace afro?

¡Sí! Desde que volví a Ecuador, sobre todo.

¿Volviste? ¿Dónde andabas?

En Chile, estudiando para un posgrado.

¿Revisando bocas de chilenos entonces?

(Risas) Seeeeee…

¿Qué es lo que más te gusta de allá?

Que puedo caminar sin que nadie me robe. Se puede caminar a cualquier hora y no pasa nada. Es más, puedes caminar mientras escuchas música de tu iPod.

Acá en Guayaquil no queda otra más que silbar por la calle…

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