Donna Summer

12 de Julio de 2015
Texto y fotos: Mauricio torres | mt@mauricio-torres.com

Cuando me dijo su nombre, me vino a la cabeza una película de mi infancia: Flash Gordon (con música y todo). Todo iba bien y entretenido, con una chica que no tiene pelos en la lengua (todos los tiene bastante locos en la cabeza). Pero de repente, de manera muy extraña, pasamos de conversar de fachas a temas de higiene personal. Ya saben, lo normal: pelo grasoso, no bañarse, no peinarse...

Carolina Gordon, 23 años, comunicadora/locutora (freelance)

¿Eres freelance o desempleada?
Sí. Hago cachuelos cuando tengo que locutar comerciales y ese tipo de cosas.

¿Qué onda con tu facha?
Es lo más relajado de todo el mundo. Lo que tengo puesto, mi pantalón, la blusa. Tiene que ver mucho lo que soy.

Esa camisa es de timbalera de banda de mambo.
¡Me gusta buscar algo diferente!

En la mayoría de las últimas entrevistas todos me dicen: “Uso lo que quiero y quiero andar relajado”.
Bueno, fuera de relajado y cómodo, creo que ya soy así. Mucha gente me dice que por qué me visto así, que soy rara, que estoy loca. Pero la verdad es que mientras me sienta bien, no me importa lo que los demás opinen. Aunque si me lo dicen como una sugerencia, sí escucho.

Entonces, no eres cerrada. El afro. Soy hincha de los afros. Hubiese querido tener el pelo así.
Lo tengo así desde los 5 años. Es porque, según yo, a mi mamá no le gustaba peinarme. Entonces, por ella, era de “cógete el pelo con una vincha” y fin. Aunque era lámpara, porque de chiquita era típico que te dijeran: “Agárrate el pelo, te pueden caer piojos”. Sí me tocaba hacerme mi moñito.

¿O sea que tú eres piojosa?
¡No era piojosa! Pero alguna vez sí me habrá caído. A todo el mundo creo que le pasa.

A mí nunca. Bueno, una vez un gato se subió a mi cama y la dejó llena de pulgas. Eso es peor.
Bueno, pero yo en la escuela siempre andaba con el pelo suelto, ¡y esos animalitos saltan! Oye, ¿en serio vas a poner que tenía piojos?

En serio. Te fregaste. Comunicadora social, ¡estás comunicándote a nivel social!
Ya, es normal, a todos les pasa. ¡No importaaa! Y si no te han caído es porque has tenido la cabeza con lamido de vaca.

Sí, así me tocaba en el colegio. Me tocaba echarme casi que brea en la cabeza, si no me mandaban a cortarme el pelo. Mi madre tiene en la sala una foto en la que parezco alfalfa.
Bueno, sin mi afro no me siento Carolina. Me sentía Ruth. Ese es mi primer nombre, más serio.

¿Doble personalidad?
No, sino que mi mamá me llamaba Ruth también. No me dejaba ser tan relajada, sino que “el vestido, los zapatos, que ni sé qué y ni sé cuanto”. Entonces yo era yo cuando de loca me ponía lo que quería. Me gustaba mucho más la ropa más ancha y cómoda.

¿Solo tu mamá te rayaba?
No, mucha gente. Desde la buseta me han llegado a gritar “te peleaste con la peinilla”.

¿Desde la buseta y al vuelo?
Hay gente que se ha enamorado de mi pelo y me preguntan si me peino así. La verdad es que simplemente amanezco así.

Resumiendo la conversación: no te peinas, amaneces así. ¿Sí te bañas? ¿Hoy tocaba día de baño?
Sí (risas), ¡yo sí me baño! Todos los días. Solo que el pelo no es bueno lavarlo todos los días si lo tienes largo. Además, necesitas que la grasa natural del pelo se riegue y brille.

¿Me recomiendas que no me lave el pelo todos los días y me lo deje grasoso a lo Brad Pitt?
O sea, no todos los días. Pero eso no significa que te vaya a apestar la cabeza. Obvio, si te fuiste a correr y sudaste, ¡obvio que sí! (E)

¿Qué le parece esta facha? Coméntenos

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